Afleveringen
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“Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? Él respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.” (1 Reyes 19: 9, 10).
A cada hijo de Dios cuya voz el enemigo de las almas ha logrado silenciar, se le dirige la pregunta: “¿Qué haces aquí?” Te ordené que fueses a todo el mundo y predicases el Evangelio, a fin de preparar a un pueblo para el día de Dios. ¿Por qué estás aquí? ¿Quién te envió?
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“Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los que de entre los gentiles se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de la fornicación, de lo estrangulado y de la sangre.” (Hechos 15: 19, 20).
Aunque estas restricciones parecen ser únicamente ceremoniales, el primer asunto que se menciona en el decreto era un asunto moral, pues se basaba en los dos primeros mandamientos del Decálogo. -
Zijn er afleveringen die ontbreken?
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“Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.” (Hechos 15: 5-11).
Los judíos habían tentado a Dios en el desierto cuando, a pesar de las maravillas que había hecho en su favor, murmuraron contra los dirigentes que él les había dado. Pedro advirtió a los hermanos que no tentaran otra vez a Dios en este asunto de la admisión de los gentiles en la iglesia. -
“Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto.” (Hechos 15: 4-6).
Esos fariseos que se habían hecho cristianos consideraban que la iglesia cristiana era principalmente para los judíos, y que sólo podían aceptarse a aquellos gentiles que estuvieran dispuestos a observar los ritos judíos, sobre todo la circuncisión. -
"Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos." (Hechos 15: 1).
Esos maestros judaizantes estaban absolutamente convencidos de que, para salvarse, había que circuncidarse y observar toda la ley ceremonial. -
“Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.” (Hechos 14: 23).
El cuidadoso entrenamiento de los nuevos conversos fue un factor importante en el notable éxito que acompañó a Pablo y Bernabé mientras predicaban el Evangelio en tierras paganas. -
“Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.” (Hechos 14: 21, 22).
El cristianismo no promete exención del dolor. "Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución" (2 Timoteo 3: 12).
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“Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad; y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe." (Hechos 14: 19, 20).
El repentino cambio de actitud de parte de la gente de Listra recuerda lo que ocurrió en la última semana de la vida de Jesús, cuando en pocos días, los hosannas de la multitud de Jerusalén se convirtieron en gritos de "¡crucifícale!", "¡crucifícale!"
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“Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo. Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros." (Hechos 14: 8-11).
Hasta entonces el enfermo no había podido más que sentarse, pero ahora, obedeció instantáneamente a la orden de Pablo, y por primera vez en su vida se puso de pie.
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“Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos. Mas los judíos que no creían excitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos. Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios." (Hechos 14: 1-3).
A lo largo de todas las épocas y en todas las tierras, los mensajeros de Dios han tenido que enfrentarse a una severa oposición por parte de aquellos que deliberadamente eligen rechazar la luz del cielo. -
“El sábado siguiente se reunió casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios. Y cuando los judíos vieron las multitudes se llenaron de celos, y blasfemando contradecían lo que Pablo decía. Entonces Pablo y Bernabé, hablando con valentía, dijeron: —Era necesario que se les hablara a ustedes primero la palabra de Dios; pero ya que la han desechado y no se juzgan dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. Porque así nos ha mandado el Señor: Te he puesto por luz a los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.” (Hechos 13: 44-47, RVA-2015).
Pablo y Bernabé tomaron esta profecía, que originalmente había sido para Israel, y la aplicaron a la iglesia cristiana en general y a sí mismos en particular. A ellos les había sido encomendada la responsabilidad de llevar las buenas nuevas de la salvación al mundo, pues los judíos no la habían cumplido. -
"Tened, pues, entendido, varones hermanos, que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree." (Hechos 13: 38, 39, RVR-1977).
Las palabras de seguridad del orador de que el evangelio de la salvación era para judíos y gentiles por igual, infundió esperanza y gozo a aquellos que no se contaban entre los hijos de Abraham según la carne. -
“Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén.” (Hechos 13: 13).
Había trabajado con éxito en circunstancias favorables; pero ahora, en medio de la oposición y los peligros, no supo soportar las durezas como buen soldado de la cruz.
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“Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron a cierto mago, falso profeta, judío, llamado Barjesús, que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios. Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, dijo:
¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano." (Hechos 13: 6-11).
Satanás siempre trata de obstaculizar la edificación del reino de Dios en esta tierra. Los poderes del mal están continuamente trabajando para impedir a aquellos cuya tarea es difundir el Evangelio. -
“Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo:
Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.” (Hechos 13: 1-3)
Estos dos hombres, que habían sido de tanta ayuda en la iglesia de Antioquía, debían salir ahora para predicar en otras regiones las buenas noticias del amor de Jesús.
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"Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos." (Hechos 12: 21-23).
El mismo ángel que había bajado de los atrios celestiales para librar a Pedro, había sido mensajero de ira y juicio para Herodes. -
"Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Habiendo pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba." (Hechos 12: 8-11).
Pedro, tenía el corazón rebosante de gratitud. Su amado Jesús había “enviado su ángel” y lo había rescatado una vez más. -
“En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.” (Hechos 12: 1-5).
Manteniendo las puertas cerradas con toda seguridad y delante de ellas una fuerte guardia, se había eliminado toda oportunidad de escapar por medios humanos. PERO LA SITUACIÓN EXTREMA DEL HOMBRE ES LA OPORTUNIDAD DE DIOS. -
"Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía." (Hechos 11: 25, 26).
Se les dio este nombre porque Cristo era el tema principal de sus predicaciones, enseñanzas y conversaciones. - Laat meer zien