Afleveringen
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Hoy estaremos leyendo Deuteronomio 11-12, Lucas 9:1-36 y el Salmo 53:1-6. En Deuteronomio 11, Moisés recuerda al pueblo las bendiciones de la obediencia y las consecuencias de la desobediencia. En Deuteronomio 11:13-14, Dios promete:
"Si obedecen fielmente los mandatos que hoy les entrego y aman al Señor su Dios y lo sirven con todo el corazón y con toda el alma, entonces él enviará las lluvias apropiadas en las estaciones tempranas y tardías, para que puedan traer sus cosechas de grano, vino nuevo y aceite de oliva" (NTV).
Dios quiere un amor y una obediencia genuina. No se trata solo de cumplir reglas, sino de confiar en Él con todo nuestro ser.
En Deuteronomio 12, Dios manda destruir toda idolatría y adorarle solo en el lugar que Él elija. En Deuteronomio 12:28, Moisés les dice:
"Asegúrense de obedecer todos mis mandatos para que les vaya bien a ustedes y a sus hijos después de ustedes, porque estarán haciendo lo que es bueno y agradable ante los ojos del Señor su Dios" (NTV).
Esto nos recuerda que obedecer a Dios no solo nos bendice a nosotros, sino también a las generaciones futuras.
Reflexiona: ¿Estás amando a Dios con todo tu corazón y obedeciéndolo en cada área de tu vida?
En Lucas 9, Jesús envía a Sus discípulos a predicar y sanar con poder y autoridad. En Lucas 9:2, dice:
"Luego los envió para que anunciaran a todos acerca del reino de Dios y sanaran a los enfermos" (NTV).
Jesús nos muestra que los que le siguen no solo son oyentes, sino también enviados a llevar Su mensaje con poder.
Más adelante, Jesús hace un milagro impresionante: la multiplicación de los panes y los peces, alimentando a más de cinco mil personas. Esto nos recuerda que cuando ponemos lo poco que tenemos en Sus manos, Él lo multiplica para bendición de muchos.
Luego, en Lucas 9:23, Jesús deja una enseñanza clave para quienes desean seguirlo:
"Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su manera egoísta de vivir, tomar su cruz cada día y seguirme" (NTV).
Ser discípulo de Jesús significa rendición total, entrega y confianza en Él cada día.
Finalmente, en Lucas 9:28-36, vemos la Transfiguración de Jesús, donde Su gloria es revelada y aparece con Moisés y Elías. En ese momento, una voz del cielo declara:
"Este es mi Hijo, mi elegido. ¡Escúchenlo!" (Lucas 9:35, NTV).
Aquí Dios confirma la identidad de Jesús como Su Hijo y nos llama a escucharle y seguirle.
Reflexiona: ¿Estás dispuesto a tomar tu cruz cada día y seguir a Jesús, confiando en Su poder y autoridad?
En Salmo 53, el salmista describe la corrupción de quienes niegan a Dios. En Salmo 53:1, dice:
"Solo los necios dicen en su corazón: ‘No hay Dios’. Son corruptos, y sus acciones son malas; no hay ni uno solo que haga lo bueno" (NTV).
Pero el salmo concluye con una nota de esperanza en Salmo 53:6:
"¿Quién vendrá del monte Sión para rescatar a Israel? Cuando el Señor restaure a su pueblo, ¡Jacob se alegrará, e Israel se gozará!" (NTV).
Esto nos recuerda que aunque el mundo sea corrupto, nuestra salvación y esperanza vienen solo de Dios.
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Hoy estaremos leyendo Deuteronomio 9-10, Lucas 8:40-56 y el Salmo 52:1-9. En Deuteronomio 9, Moisés recuerda al pueblo de Israel que su éxito y bendición no son por su justicia, sino por la fidelidad y gracia de Dios. En Deuteronomio 9:6, dice:
"Tengan por seguro que el Señor su Dios no les da esta buena tierra porque ustedes sean justos, porque no lo son; son un pueblo terco" (NTV).
Moisés menciona cómo Israel falló repetidamente, incluyendo la adoración al becerro de oro, y cómo él intercedió por ellos ante Dios.
En Deuteronomio 10, Moisés habla de la misericordia de Dios y Su llamado a una vida de obediencia y amor. En Deuteronomio 10:12-13, dice:
"Ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Solo que temas al Señor tu Dios, que vivas de una manera que le agrada, que lo ames y lo sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma" (NTV).
Esto nos recuerda que Dios nos llama a caminar en humildad, reconociendo que todo lo que tenemos es por Su gracia, no por nuestros méritos.
Reflexiona: ¿Estás viviendo con gratitud y humildad, reconociendo que todo lo que tienes es por la gracia de Dios?
En Lucas 8:40-56, vemos dos milagros poderosos que nos muestran el amor y el poder de Jesús.
Primero, un líder de la sinagoga llamado Jairo le ruega a Jesús que sane a su hija de 12 años que está muriendo. Mientras Jesús va en camino, una mujer que había estado enferma por 12 años toca Su manto con fe y es sanada instantáneamente. Jesús le dice en Lucas 8:48:
"Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz" (NTV).
Poco después, llegan noticias de que la hija de Jairo ha muerto, pero Jesús le dice:
"No tengas miedo; solo ten fe, y ella será sanada" (Lucas 8:50, NTV).
Jesús entra en la casa, toma a la niña de la mano y le dice:
"¡Niña, levántate!" (Lucas 8:54, NTV).
La niña vuelve a la vida, demostrando que para Jesús, nada es imposible.
Estos relatos nos enseñan que la fe genuina nos acerca al poder de Dios y que Jesús es nuestra fuente de sanidad y restauración.
Reflexiona: ¿Estás confiando en Jesús para sanar y restaurar las áreas rotas de tu vida?
En Salmo 52, el salmista contrasta la arrogancia del malvado con la seguridad de aquel que confía en Dios. En Salmo 52:7, dice:
"Miren lo que sucede con los poderosos, aquellos que no buscan refugio en Dios, sino que confían en su gran riqueza y tramaban su destrucción" (NTV).
Pero en el versículo 8, el salmista describe a los justos:
"Pero yo soy como un olivo que florece en la casa de Dios; siempre confiaré en el amor inagotable de Dios" (NTV).
Esto nos recuerda que la verdadera seguridad no está en el dinero ni en el poder, sino en la fidelidad de Dios.
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Zijn er afleveringen die ontbreken?
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Hoy estaremos leyendo Deuteronomio 7-8, Lucas 8:1-39 y el Salmo 51:14-19. En Deuteronomio 7, Dios promete bendiciones a Israel si permanecen fieles a Su pacto y se apartan de la idolatría. En Deuteronomio 7:9, Moisés recuerda al pueblo:
"Entiende, por lo tanto, que el Señor tu Dios es verdaderamente Dios. Él es Dios fiel, que cumple Su pacto por mil generaciones y derrama Su amor inagotable sobre quienes lo aman y obedecen Sus mandatos" (NTV).
Dios deja claro que la obediencia trae bendición, pero la desobediencia tiene consecuencias.
En Deuteronomio 8, Moisés advierte a Israel que no se olvide de Dios cuando experimenten abundancia. En Deuteronomio 8:17-18, dice:
"Tal vez pienses: ‘Es mi propio poder y la fuerza de mi mano lo que me ha hecho rico’. Acuérdate del Señor tu Dios. Él es quien te da las fuerzas para obtener riquezas" (NTV).
Esto nos recuerda que todo lo que tenemos es por gracia de Dios y que debemos vivir con gratitud y dependencia de Él.
Reflexiona: ¿Estás reconociendo que toda bendición viene de Dios y viviendo en obediencia a Él?
En Lucas 8, vemos a Jesús enseñando y realizando milagros que demuestran Su autoridad.
Primero, Jesús cuenta la parábola del sembrador, donde describe cómo diferentes tipos de corazones reciben la Palabra de Dios. En Lucas 8:15, dice:
"Pero la semilla que cayó en buena tierra representa a los que oyen la palabra de Dios, la retienen en un corazón bueno y sincero, y con paciencia producen una cosecha abundante" (NTV).
Más adelante, Jesús calma la tormenta en el mar con solo una palabra, mostrando que Él tiene poder sobre la naturaleza.
Luego, en Lucas 8:26-39, Jesús libera a un hombre poseído por una legión de demonios, quien vivía en las tumbas y era considerado un caso perdido. Después de su liberación, el hombre es encontrado "sentado a los pies de Jesús, vestido y en su sano juicio" (Lucas 8:35, NTV).
Jesús le dice en Lucas 8:39:
"Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti" (NTV).
Este pasaje nos muestra que no hay vida que Jesús no pueda transformar.
Reflexiona: ¿Estás permitiendo que Jesús transforme tu vida y compartiendo Su obra con los demás?
En Salmo 51, David expresa su arrepentimiento después de pecar. En Salmo 51:17, dice:
"El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y humilde, oh Dios" (NTV).
Dios no busca solo rituales o palabras, sino un corazón verdaderamente arrepentido.
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Hoy estaremos leyendo Deuteronomio 5-6, Lucas 7:18-50 y el Salmo 51:7-13. En Deuteronomio 5, Moisés recuerda al pueblo los Diez Mandamientos, resaltando la importancia de obedecerlos. Dios les recuerda en Deuteronomio 5:29:
"¡Oh, si siempre tuvieran un corazón así, que me temiera y obedeciera todos mis mandatos! Entonces les iría bien a ellos y a sus descendientes para siempre" (NTV).
Dios no da mandamientos solo para imponer reglas, sino para el bien de Su pueblo.
En Deuteronomio 6, encontramos uno de los pasajes más importantes de la Biblia, el Shemá, que dice en Deuteronomio 6:4-5:
"Escucha, oh Israel: ¡El Señor nuestro Dios es el único Señor! Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas" (NTV).
Dios no solo busca obediencia externa, sino un amor completo y sincero.
Reflexiona: ¿Estás amando a Dios con todo tu corazón y obedeciendo Sus mandamientos con gozo?
En Lucas 7, vemos cómo la fe en Jesús transforma vidas.
Primero, Juan el Bautista, desde la cárcel, envía a sus discípulos a preguntar si Jesús es el Mesías. Jesús responde mostrando Sus obras:
"Los ciegos ven, los cojos caminan, los leprosos son curados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les predica la Buena Noticia" (Lucas 7:22, NTV).
Jesús no solo hablaba, sino que su poder se manifestaba en hechos.
Luego, Jesús es invitado a la casa de un fariseo llamado Simón, donde una mujer pecadora entra y unge Sus pies con perfume, llorando y secándolos con su cabello. Simón critica esto en su corazón, pero Jesús le responde con una parábola sobre el perdón y dice en Lucas 7:47:
"Te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, por eso me mostró tanto amor. Pero una persona a quien se le perdona poco muestra poco amor" (NTV).
Jesús declara en Lucas 7:50:
"Tu fe te ha salvado; ve en paz" (NTV).
Esta historia nos muestra que el verdadero amor y la gratitud nacen del perdón de Dios en nuestras vidas.
Reflexiona: ¿Estás acercándote a Jesús con humildad, reconociendo Su gracia y amor?
En Salmo 51, David clama a Dios por perdón y restauración. En Salmo 51:7, dice:
"Purifícame de mis pecados, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve" (NTV).
David no solo pide perdón, sino un cambio profundo en su corazón. En Salmo 51:10, clama:
"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí" (NTV).
Esto nos recuerda que el arrepentimiento no es solo decir “lo siento”, sino desear una transformación real en nuestra vida.
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Hoy estaremos leyendo Deuteronomio 3-4, Lucas 7:1-17 y el Salmo 51:1-6. En Deuteronomio 3, Moisés recuerda cómo Dios les dio la victoria sobre los reyes de Basán y los amorreos, entregando su tierra a Israel. Sin embargo, Moisés también menciona que Dios no le permitió entrar en la Tierra Prometida debido a su desobediencia en el pasado. En Deuteronomio 3:27, Dios le dice:
"Sube a la cima del monte Pisga y mira la tierra en todas direcciones. Obsérvala bien, porque no cruzarás el río Jordán" (NTV).
Aunque Dios no le permitió entrar a Moises, sigue siendo fiel a Su promesa de dar la tierra a Su pueblo.
En Deuteronomio 4, Moisés llama a Israel a obedecer los mandamientos de Dios y no apartarse de ellos, recordándoles en Deuteronomio 4:9:
"Pero cuídense y guarden bien su alma, para que nunca se olviden de las cosas que han visto. Transmítanlas a sus hijos y a sus nietos" (NTV).
Esto nos enseña que Dios es fiel en Sus promesas, pero espera que vivamos en obediencia y enseñemos Su verdad a las próximas generaciones.
Reflexiona: ¿Estás recordando la fidelidad de Dios en tu vida y caminando en obediencia a Su Palabra?
En Lucas 7, encontramos dos historias poderosas que muestran la autoridad y compasión de Jesús.
Primero, un centurión romano, cuya fe sorprende a Jesús. Aunque no era judío, este hombre entendía el poder de la palabra de Jesús y le dice en Lucas 7:7:
"Ni siquiera soy digno de ir a verte. Solo di la palabra desde donde estás y mi siervo sanará" (NTV).
Jesús responde con admiración:
"Les digo, ni siquiera en Israel he visto una fe como esta" (Lucas 7:9, NTV).
El siervo del centurión es sanado en ese mismo momento, mostrándonos que la fe en la autoridad de Jesús trae milagros.
Luego, Jesús resucita al hijo de una viuda en la ciudad de Naín. En Lucas 7:13-14, dice:
"Cuando el Señor la vio, su corazón rebosó de compasión. ‘No llores’, le dijo. Luego se acercó al ataúd y lo tocó"(NTV).
Con solo Su palabra, el joven volvió a la vida, dejando claro que Jesús no solo sana, sino que tiene poder sobre la muerte misma.
Reflexiona: ¿Estás confiando en el poder de Jesús para sanar, restaurar y traer vida a las áreas muertas de tu vida?
El Salmo 51 es una oración de arrepentimiento profundo de David después de su pecado con Betsabé. En Salmo 51:1-2, él clama:
"Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable. Debido a tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados. Lávame de mi culpa, purifícame de mi pecado" (NTV).
David no justifica su pecado, sino que reconoce su maldad y busca un cambio real en su corazón. En Salmo 51:6, dice:
"Pero tú deseas honradez desde el vientre, y aun allí me enseñas sabiduría" (NTV).
Esto nos recuerda que el arrepentimiento verdadero no es solo pedir perdón, sino desear un corazón renovado y transformado por Dios.
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Hoy estaremos leyendo Deuteronomio 1-2, Lucas 6:37-49 y el Salmo 50:16-23. En Deuteronomio 1 y 2, Moisés comienza su último discurso al pueblo de Israel antes de entrar en la Tierra Prometida. Él recuerda cómo Dios los sacó de Egipto y los llevó hasta ese momento. Sin embargo, también menciona la rebelión del pueblo cuando se negaron a entrar en la tierra por miedo, lo que los llevó a vagar en el desierto por 40 años.
En Deuteronomio 1:30-31, Moisés les recuerda:
"El Señor su Dios va delante de ustedes. Él peleará por ustedes, tal como vieron que lo hizo en Egipto. También vieron cómo el Señor su Dios los cuidó todo el camino, como un padre cuida a su hijo" (NTV).
A pesar de sus fallas, Dios nunca los abandonó. En Deuteronomio 2, Moisés menciona cómo Dios los guió incluso en el desierto y les prohibió pelear contra ciertas naciones porque tenía un propósito más grande.
Esto nos enseña que aunque el camino sea largo y difícil, Dios siempre nos está guiando y cumpliendo Su propósito en nuestras vidas.
Reflexiona: ¿Estás confiando en que Dios te guía, aun cuando el camino parece incierto?
En Lucas 6:37-49, Jesús enseña sobre la importancia de no juzgar a los demás, de dar generosamente y de vivir con una fe auténtica.
En Lucas 6:37, dice:
"No juzguen a los demás, y no serán juzgados. No condenen a otros, para que no se vuelva en su contra. Perdonen a otros, y ustedes serán perdonados" (NTV).
Jesús nos llama a vivir con gracia y misericordia, en lugar de criticar o condenar.
Luego, en Lucas 6:45, habla sobre la importancia de un corazón transformado:
"Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su corazón malo. Lo que uno dice brota de lo que hay en el corazón" (NTV).
Finalmente, Jesús concluye con la parábola de los dos cimientos:
"Yo les mostraré cómo es cuando alguien viene a mí, escucha mi enseñanza y luego la sigue. Es como una persona que construye una casa y cava hondo para echar una base sobre roca sólida" (Lucas 6:47-48, NTV).
Pero el que escucha sin obedecer es como una casa sin fundamento, que se derrumba en la tormenta.
Jesús nos deja claro que no basta con oír Su palabra; debemos obedecerla y aplicarla en nuestra vida diaria.
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Hoy estaremos leyendo Números 35-36, Lucas 6:1-35 y el Salmo 50:9-15. En Números 35, Dios ordena que se establezcan ciudades de refugio donde una persona que matara a alguien sin intención pudiera huir para evitar la venganza de sangre. En Números 35:11, Dios dice:
"Designarán ciudades de refugio a las cuales podrá huir cualquiera que haya matado a alguien sin intención"(NTV).
Esto nos muestra que Dios es un Dios de justicia y misericordia, ofreciendo protección incluso a aquellos que cometen errores sin intención.
En Números 36, se trata la importancia de preservar la herencia dentro de cada tribu, reafirmando que Dios es un Dios de orden y propósito.
Reflexiona: ¿Estás confiando en Dios como tu refugio y siguiendo Sus principios de justicia y orden en tu vida?
En Lucas 6, Jesús desafía las tradiciones religiosas y enseña sobre el verdadero carácter del Reino de Dios.
Primero, los fariseos critican a Jesús porque Sus discípulos recogen espigas en sábado. Jesús les responde con autoridad en Lucas 6:5:
"El Hijo del Hombre es Señor incluso del día de descanso" (NTV).
Luego, Jesús sana a un hombre con la mano deforme en sábado, mostrando que hacer el bien siempre está por encima de las reglas humanas.
Después, Jesús llama a Sus doce discípulos y da uno de Sus discursos más poderosos: las Bienaventuranzas, donde declara bendición sobre los pobres, los que lloran y los perseguidos, pero advierte a los que confían solo en su riqueza y comodidad.
En Lucas 6:27-28, Jesús nos da un mandato desafiante:
"Amen a sus enemigos. Hagan bien a quienes los odian. Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman" (NTV).
Este pasaje nos reta a vivir con un amor radical, mostrando misericordia incluso a quienes nos hacen daño.
Reflexiona: ¿Estás viviendo el amor y la misericordia que Jesús enseñó, incluso con aquellos que no son fáciles de amar?
En Salmo 50, Dios deja claro que no necesita sacrificios vacíos, sino un corazón que lo busque con sinceridad. En Salmo 50:14-15, dice:
"Haz que la gratitud sea tu sacrificio a Dios, y cumple los votos que le has hecho al Altísimo. Luego llámame cuando tengas problemas, y yo te rescataré, y tú me darás la gloria" (NTV).
Dios no quiere rituales sin sentido, sino una relación genuina con nosotros basada en gratitud y confianza.
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Hoy estaremos leyendo Números 33-34, Lucas 5 y el Salmo 50:1-8. En Números 33, Moisés registra cada etapa del viaje de Israel desde Egipto hasta la frontera de la Tierra Prometida. Este recuento muestra cómo Dios guió a Su pueblo a través del desierto, proveyendo y protegiéndolos en todo momento.
En Números 33:53, Dios da una instrucción clara al entrar en la tierra:
"Tomen posesión de la tierra y habítenla, porque a ustedes les he dado la tierra para que la posean" (NTV).
En Números 34, Dios define los límites de la Tierra Prometida y asigna líderes para repartir la herencia entre las tribus. Esto nos recuerda que Dios es un Dios de orden y propósito, y que cada paso que nos lleva a nuestra promesa es parte de Su plan.
Reflexiona: ¿Estás recordando la fidelidad de Dios en tu vida y confiando en que Él te guía hacia Sus promesas?
En Lucas 5, Jesús llama a Sus primeros discípulos. Después de enseñar desde la barca de Simón Pedro, le dice que lance las redes al agua. Aunque Pedro duda, obedece, y el resultado es un milagro:
"Maestro, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada—le respondió Simón—. Pero, si tú lo dices, echaré las redes nuevamente" (Lucas 5:5, NTV).
La pesca es tan abundante que las redes comienzan a romperse. Pedro, asombrado, se arrodilla ante Jesús y dice:
"¡Oh Señor, por favor apártate de mí, porque soy un hombre pecador!" (Lucas 5:8, NTV).
Pero Jesús le responde con un llamado transformador:
"Desde ahora, serás pescador de personas" (Lucas 5:10, NTV).
Más adelante, Jesús sana a un leproso, perdona y sana a un paralítico, y llama a Leví (Mateo), un recaudador de impuestos despreciado, mostrándonos que el llamado de Dios no es para los perfectos, sino para los dispuestos a seguirlo.
Reflexiona: ¿Estás dispuesto a dejar todo por seguir el llamado de Jesús en tu vida?
En Salmo 50, Dios habla como juez y deja claro que no busca sacrificios vacíos, sino un corazón sincero. En Salmo 50:7-8, dice:
"¡Escucha, pueblo mío, porque voy a hablar! Israel, voy a declarar en tu contra: Yo soy Dios, tu Dios. No te reprendo por tus sacrificios ni por los holocaustos que ofreces continuamente" (NTV).
Dios no necesita rituales vacíos; Él busca una relación genuina con Su pueblo.
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Hoy estaremos leyendo Números 31-32, Lucas 4:28-42 y el Salmo 49:15-20. En Números 31, Dios ordena a Moisés que tome venganza contra los madianitas, quienes habían llevado a Israel al pecado con la idolatría y la inmoralidad. Israel vence con una gran victoria porque Dios pelea por ellos.
En Números 32, las tribus de Rubén y Gad le piden a Moisés quedarse en el lado oriental del Jordán en lugar de cruzar a la Tierra Prometida. Moisés inicialmente se molesta, pensando que quieren evadir la batalla, pero ellos prometen ayudar a conquistar la tierra antes de establecerse. En Números 32:23, Moisés les advierte:
"Si no cumplen su palabra, habrán pecado contra el Señor, y pueden estar seguros de que su pecado los alcanzará"(NTV).
Esto nos recuerda que Dios espera que cumplamos nuestros compromisos con Él y con los demás.
Reflexiona: ¿Estás cumpliendo lo que has prometido a Dios y a quienes te rodean?
En Lucas 4:28-30, Jesús es rechazado en Su propia ciudad después de decir que el mensaje de salvación también era para los gentiles. Llenos de furia, intentan matarlo, pero Él pasa en medio de ellos y se va.
Luego, Jesús va a Capernaúm y muestra Su poder expulsando demonios y sanando a los enfermos. En Lucas 4:40, dice:
"Cuando el sol se puso esa tarde, la gente de todo el pueblo llevó a Jesús a todos los que tenían diversas enfermedades; Él puso sus manos sobre cada uno y los sanó" (NTV).
Esto nos muestra que el poder de Jesús no solo es para enseñar, sino para transformar vidas de manera tangible.
Al día siguiente, Jesús se retira a un lugar solitario para orar. Cuando la gente lo busca, Él les dice en Lucas 4:43:
"Debo predicar la Buena Noticia del reino de Dios también en otras ciudades, porque para eso fui enviado" (NTV).
Jesús entendía que Su misión iba más allá de un solo lugar y que el evangelio debía llegar a todas partes.
Reflexiona: ¿Estás permitiendo que el poder de Jesús transforme tu vida y estás compartiendo Su mensaje con los demás?
En Salmo 49:15, encontramos una verdad poderosa sobre la esperanza en Dios:
"Pero en cuanto a mí, Dios redimirá mi vida; me arrebatará del poder de la tumba" (NTV).
Mientras que las personas confían en sus bienes, el salmista nos recuerda que la muerte llega para todos y que solo Dios puede darnos verdadera vida y salvación.
En el versículo 20, concluye con esta advertencia:
"Las personas que tienen riquezas pero no tienen entendimiento son como los animales que perecen" (NTV).
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Hoy estaremos leyendo Números 29-30, Lucas 4:1-27 y el Salmo 49:9-14. En Números 29, Dios instruye a Israel sobre las festividades sagradas, estableciendo sacrificios específicos para la Fiesta de las Trompetas, el Día de la Expiación y la Fiesta de los Tabernáculos. Estas fiestas eran momentos de renovación espiritual, recordando al pueblo la importancia de la adoración y la dependencia en Dios.
En Números 30, Dios habla sobre los votos y compromisos. En Números 30:2, dice:
"Si alguien hace un voto al Señor o hace un juramento bajo juramento, no deberá romper su promesa. Debe hacer exactamente lo que dijo que haría" (NTV).
Esto nos recuerda que cuando le prometemos algo a Dios, debemos cumplirlo. Dios valora la fidelidad y la seriedad con la que tomamos nuestros compromisos con Él.
Reflexiona: ¿Estás siendo fiel a los compromisos que has hecho con Dios, ya sea en tu servicio, adoración o vida diaria?
En Lucas 4, Jesús es llevado por el Espíritu Santo al desierto, donde es tentado por el diablo durante 40 días. El enemigo intenta hacer que Jesús dude de la provisión, la protección y el plan de Dios, pero Jesús responde con la Palabra:
"No solo de pan vivirá el hombre" (Lucas 4:4, NTV).
"Adorarás al Señor tu Dios y solo a Él servirás" (Lucas 4:8, NTV).
"No pondrás a prueba al Señor tu Dios" (Lucas 4:12, NTV).
Jesús nos enseña que la mejor manera de resistir la tentación es aferrarnos a la Palabra de Dios y confiar en Su plan.
Más adelante, Jesús regresa a Nazaret y lee en la sinagoga el pasaje de Isaías 61, donde declara Su misión:
"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres" (Lucas 4:18, NTV).
Pero cuando Jesús dice que Dios también quiere salvar a los gentiles, no solo a los judíos, la gente de Su pueblo lo rechaza y trata de matarlo.
Esto nos recuerda que la verdad de Dios a veces confronta nuestras expectativas, pero siempre nos lleva a la vida y la restauración.
Reflexiona: ¿Estás usando la Palabra de Dios para resistir la tentación y viviendo conforme al llamado de Jesús?
En Salmo 49, el salmista habla sobre la fragilidad de la riqueza y cómo el dinero no puede comprar la vida eterna. En Salmo 49:10, dice:
"Los sabios y los necios mueren por igual y dejan sus riquezas a otros" (NTV).
Esto nos recuerda que sin Dios, toda la riqueza y el poder son inútiles. En lugar de confiar en lo material, debemos confiar en la salvación y en el propósito eterno que Dios nos ofrece.
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Hoy estaremos leyendo Números 25-26, Lucas 2:21-52 y el Salmo 48. En Números 25 y 26, vemos un fuerte contraste entre la rebelión del pueblo y la fidelidad de Dios en mantener Su promesa. En Números 25, los israelitas caen en idolatría y pecado sexual con las mujeres moabitas, provocando la ira del Señor. En Números 25:3, dice:
"De esta manera, Israel se unió en adoración a Baal de Peor, lo que encendió la ira del Señor contra su pueblo"(NTV).
Dios envía una plaga como juicio, pero un sacerdote llamado Finees se levanta con celo por la santidad de Dios y detiene el pecado en el campamento. En Números 25:11, Dios dice:
"Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, ha apartado mi enojo de los israelitas porque estaba tan celoso por mi honor entre ellos como yo mismo lo estoy" (NTV).
Después de este evento, en Números 26, Dios manda un nuevo censo de los israelitas antes de entrar en la Tierra Prometida. A pesar de las fallas del pueblo, Dios sigue firme en Su plan y muestra Su fidelidad en cumplir Su promesa.
Reflexiona: ¿Estás tomando en serio la santidad en tu vida, asegurándote de no comprometer tu relación con Dios con cosas que desagradan Su corazón?
En Lucas 2:21-52, vemos los primeros años de Jesús y cómo, desde Su infancia, estaba alineado con el propósito de Dios. En Lucas 2:25-26, encontramos a Simeón, un hombre justo que había recibido la promesa de que vería al Mesías antes de morir. Cuando Simeón ve a Jesús en el templo, proclama:
"He visto tu salvación, la que preparaste para toda la gente" (Lucas 2:30-31, NTV).
También encontramos a la profetisa Ana, quien había pasado años en el templo en ayuno y oración, y al ver a Jesús, comenzó a dar gracias a Dios y a hablar de Él a todos los que esperaban la redención.
Más adelante, en Lucas 2:41-52, vemos a Jesús a los 12 años en el templo, asombrando a los maestros con Su sabiduría. Cuando María y José lo encuentran, Jesús responde:
"¿Pero por qué tuvieron que buscarme?—les preguntó—. ¿No sabían que debo estar en la casa de mi Padre?"(Lucas 2:49, NTV).
Este pasaje nos muestra que desde temprana edad, Jesús tenía una clara conciencia de Su misión, aunque también era obediente a Sus padres y crecía en estatura, sabiduría y gracia delante de Dios y los hombres.
En Salmo 48:1-14, el salmista exalta la grandeza de Dios y Su dominio sobre todas las naciones. En el versículo 1, dice:
"¡Qué grande es el Señor, qué digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios!" (NTV).
El salmo describe a Jerusalén como el lugar donde Dios establece Su presencia y protección. En el versículo 8, declara:
"Lo que antes habíamos oído, ahora lo hemos visto con nuestros propios ojos en la ciudad del Señor de los Ejércitos Celestiales" (NTV).
El pasaje concluye con una afirmación de confianza en Dios:
"Porque así es Dios, nuestro Dios por siempre y para siempre; Él nos guiará hasta el final" (Salmo 48:14, NTV).
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Hoy estaremos leyendo Números 25-26, Lucas 2:21-52 y el Salmo 48. En Números 25 y 26, vemos un fuerte contraste entre la rebelión del pueblo y la fidelidad de Dios en mantener Su promesa. En Números 25, los israelitas caen en idolatría y pecado sexual con las mujeres moabitas, provocando la ira del Señor. En Números 25:3, dice:
"De esta manera, Israel se unió en adoración a Baal de Peor, lo que encendió la ira del Señor contra su pueblo"(NTV).
Dios envía una plaga como juicio, pero un sacerdote llamado Finees se levanta con celo por la santidad de Dios y detiene el pecado en el campamento. En Números 25:11, Dios dice:
"Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, ha apartado mi enojo de los israelitas porque estaba tan celoso por mi honor entre ellos como yo mismo lo estoy" (NTV).
Después de este evento, en Números 26, Dios manda un nuevo censo de los israelitas antes de entrar en la Tierra Prometida. A pesar de las fallas del pueblo, Dios sigue firme en Su plan y muestra Su fidelidad en cumplir Su promesa.
Reflexiona: ¿Estás tomando en serio la santidad en tu vida, asegurándote de no comprometer tu relación con Dios con cosas que desagradan Su corazón?
En Lucas 2:21-52, vemos los primeros años de Jesús y cómo, desde Su infancia, estaba alineado con el propósito de Dios. En Lucas 2:25-26, encontramos a Simeón, un hombre justo que había recibido la promesa de que vería al Mesías antes de morir. Cuando Simeón ve a Jesús en el templo, proclama:
"He visto tu salvación, la que preparaste para toda la gente" (Lucas 2:30-31, NTV).
También encontramos a la profetisa Ana, quien había pasado años en el templo en ayuno y oración, y al ver a Jesús, comenzó a dar gracias a Dios y a hablar de Él a todos los que esperaban la redención.
Más adelante, en Lucas 2:41-52, vemos a Jesús a los 12 años en el templo, asombrando a los maestros con Su sabiduría. Cuando María y José lo encuentran, Jesús responde:
"¿Pero por qué tuvieron que buscarme?—les preguntó—. ¿No sabían que debo estar en la casa de mi Padre?"(Lucas 2:49, NTV).
Este pasaje nos muestra que desde temprana edad, Jesús tenía una clara conciencia de Su misión, aunque también era obediente a Sus padres y crecía en estatura, sabiduría y gracia delante de Dios y los hombres.
En Salmo 48:1-14, el salmista exalta la grandeza de Dios y Su dominio sobre todas las naciones. En el versículo 1, dice:
"¡Qué grande es el Señor, qué digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios!" (NTV).
El salmo describe a Jerusalén como el lugar donde Dios establece Su presencia y protección. En el versículo 8, declara:
"Lo que antes habíamos oído, ahora lo hemos visto con nuestros propios ojos en la ciudad del Señor de los Ejércitos Celestiales" (NTV).
El pasaje concluye con una afirmación de confianza en Dios:
"Porque así es Dios, nuestro Dios por siempre y para siempre; Él nos guiará hasta el final" (Salmo 48:14, NTV).
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Hoy estaremos leyendo Números 23-24, Lucas 2:1-20 y el Salmo 47. En Números 23 y 24, seguimos con la historia de Balaam, un profeta pagano contratado por el rey Balac para maldecir a Israel. Sin embargo, Dios toma el control y en vez de maldición, Balaam pronuncia bendición sobre el pueblo. En Números 23:19, Balaam declara una verdad poderosa sobre Dios:
"Dios no es un hombre, por lo tanto, no miente; Él no es humano, por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?" (NTV).
Esto nos recuerda que cuando Dios ha determinado bendecir, nadie puede revertir Su plan. En Números 24, Balaam profetiza acerca de un futuro rey que gobernará con justicia y poder. En el versículo 17, dice:
"Lo veo, aunque aún no ha sucedido; lo percibo, aunque aún no está cerca. Una estrella surgirá de Jacob; un cetro se levantará de Israel" (NTV).
Esta profecía apunta a Jesús, el Mesías, quien traería luz y salvación al mundo.
Reflexiona: ¿Estás confiando en que Dios cumplirá Sus promesas en tu vida, sabiendo que nadie puede detener Su plan?
En Lucas 2:1-20, llegamos al nacimiento de Jesús, el evento más glorioso de la historia. José y María viajan a Belén debido al censo ordenado por César Augusto, y allí, en un humilde pesebre, nace el Salvador del mundo.
El ángel del Señor se aparece a unos pastores y les dice en Lucas 2:10-11:
"No tengan miedo. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David!" (NTV).
Los pastores corren a ver al niño y, después de adorarlo, van contando a todos lo que han visto y oído. María, en cambio, guarda todas estas cosas en su corazón, reflexionando sobre la grandeza de lo que estaba sucediendo.
El nacimiento de Jesús no fue solo un evento histórico, sino la manifestación de la fidelidad de Dios al enviar al Salvador prometido desde los tiempos antiguos.
En Salmo 47:1-9, el salmista proclama la soberanía y el poder de Dios sobre toda la tierra. En el versículo 2, dice:
"Pues el Señor, el Altísimo, es impresionante; es el gran Rey de toda la tierra" (NTV).
El salmo nos llama a alabar a Dios con alegría porque Él es el Rey que gobierna con justicia y poder. En el versículo 8, afirma:
"Dios reina sobre las naciones; Dios está sentado en Su santo trono" (NTV).
Este pasaje nos recuerda que, aunque el mundo parezca caótico, Dios sigue en control y Su reino es eterno.
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Hoy estaremos leyendo Números 21-22, Lucas 1:55-80 y el Salmo 46. En Números 21 y 22, vemos cómo Dios sigue guiando a Su pueblo a través del desierto. En Números 21, Israel enfrenta nuevas batallas y experimenta tanto juicio como restauración. Cuando el pueblo se queja una vez más contra Dios y contra Moisés, el Señor envía serpientes venenosas, y muchos mueren. Sin embargo, en Su misericordia, Dios instruye a Moisés a levantar una serpiente de bronce en un asta, y quienes la miran con fe son sanados. En Números 21:9, dice:
"Así que Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un asta. Entonces los que eran mordidos por una serpiente podían mirar la serpiente de bronce y sanar" (NTV).
Jesús más adelante usa esta imagen para hablar de Sí mismo, diciendo que así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, el Hijo del Hombre sería levantado para traer salvación a todos los que creen en Él.
En Números 22, aparece Balaam, un profeta pagano que es llamado por Balac, rey de Moab, para maldecir a Israel. Sin embargo, Dios le deja claro que solo podrá hablar lo que Él le ordene. En el camino, su burra ve un ángel del Señor bloqueando el paso y se detiene, pero Balaam, sin darse cuenta de la presencia del ángel, golpea al animal. Finalmente, Dios permite que la burra hable y le abra los ojos a Balaam para que vea que Dios estaba protegiendo a Su pueblo.
Esto nos recuerda que Dios puede usar cualquier medio para cumplir Su propósito y que nada puede frustrar Sus planes.
Reflexiona: ¿Estás confiando en la dirección de Dios en tu vida, o estás luchando contra Su voluntad?
En Lucas 1:55-80, continuamos con el cántico de María, quien exalta la fidelidad de Dios en cumplir Su promesa de enviar un Salvador. En Lucas 1:55, dice:
"Pues lo prometió a nuestros antepasados, a Abraham y a sus descendientes para siempre" (NTV).
Luego, vemos el nacimiento de Juan el Bautista, el profeta que prepararía el camino para Jesús. Zacarías, su padre, lleno del Espíritu Santo, proclama un gran cántico profético. En Lucas 1:76-77, declara:
"Y tú, mi pequeño hijo, serás llamado profeta del Altísimo, porque prepararás el camino para el Señor. Dirás a su pueblo cómo encontrar la salvación mediante el perdón de sus pecados" (NTV).
La historia de Juan nos muestra que Dios siempre cumple Sus promesas en Su tiempo perfecto y que cada uno de nosotros tiene un propósito dentro de Su plan redentor.
Reflexiona: ¿Estás confiando en que Dios cumplirá Sus promesas en tu vida, incluso si aún no ves la respuesta?
En el Salmo 46, encontramos una poderosa declaración de confianza en Dios en medio de cualquier crisis. El versículo 1 dice:
"Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad" (NTV).
Este salmo nos recuerda que, aunque el mundo parezca tambalearse, Dios sigue en control. En el versículo 10, Dios nos da un mandato claro:
"Quédense quietos y sepan que yo soy Dios" (NTV).
Esto no significa inactividad, sino una confianza total en la soberanía de Dios, dejando que Él pelee nuestras batallas.
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Hoy estaremos leyendo Números 19-20, Lucas 1:28-54 y el Salmo 45:8-17. En Números 19 y 20, Dios establece la ley del agua de purificación a través de la ceniza de una novilla roja. Este rito purificaba a quienes se habían contaminado al tocar un cadáver, recordándonos que Dios es santo y que necesitamos ser limpiados para estar en Su presencia.
En Números 20, el pueblo se queja nuevamente por falta de agua. Dios instruye a Moisés a hablarle a la roca para que brote agua, pero Moisés, frustrado, golpea la roca en lugar de hablarle. Aunque el agua fluye, Dios le dice a Moisés y Aarón que, por su desobediencia, no entrarán en la Tierra Prometida. En Números 20:12, Dios dice:
"Puesto que no confiaron en mí lo suficiente para demostrar mi santidad ante el pueblo de Israel, no los llevarán a la tierra que les doy" (NTV).
Esta historia nos enseña que la obediencia a Dios debe ser completa, y que la provisión de agua en el desierto simboliza a Cristo, la roca de la salvación, quien nos da agua viva.
Reflexiona: ¿Estás confiando plenamente en la provisión de Dios o tratando de hacer las cosas a tu manera?
En Lucas 1:28-54, vemos el anuncio del nacimiento de Jesús. El ángel Gabriel visita a María y le dice en Lucas 1:28:
"¡Saludos, mujer favorecida! ¡El Señor está contigo!" (NTV).
María se sorprende, pero el ángel le asegura que ella dará a luz al Hijo de Dios. En Lucas 1:37, Gabriel declara una verdad poderosa:
"Porque la palabra de Dios nunca dejará de cumplirse" (NTV).
María responde con humildad y fe:
"Soy la sierva del Señor. Que se cumpla todo lo que has dicho acerca de mí" (Lucas 1:38, NTV).
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Hoy estaremos leyendo Números 17-18, Lucas 1:1-25 y el Salmo 45:1-7. En Números 17 y 18, Dios confirma la autoridad de Aarón como sumo sacerdote en respuesta a la continua rebelión del pueblo. Dios ordena que cada tribu traiga una vara con el nombre de su líder y la coloque en el tabernáculo. Al día siguiente, la vara de Aarón no solo había brotado, sino que floreció y produjo almendras. En Números 17:8, dice:
"Cuando Moisés entró en la tienda del pacto al día siguiente, vio que la vara de Aarón, que representaba a la tribu de Leví, había retoñado, echado brotes, producido flores y desarrollado almendras maduras" (NTV).
Este milagro dejó claro que Dios había elegido a Aarón y que la autoridad en el liderazgo no es algo que los hombres imponen, sino que Dios mismo establece.
En Números 18, Dios asigna a los levitas la responsabilidad del tabernáculo y provee para ellos a través de los diezmos del pueblo. En el versículo 7, Dios dice a Aarón:
"A ti y a tus hijos los he designado para que cumplan con las responsabilidades del sacerdocio. Todo lo relacionado con el altar y lo que está detrás del velo es un regalo de servicio que les doy" (NTV).
Esto nos recuerda que el servicio a Dios es un privilegio, no una carga. Reflexiona: ¿Estás respetando la autoridad que Dios ha establecido y sirviendo con gratitud en el lugar donde Él te ha llamado?
En Lucas 1:1-25, comienza la historia de la venida de Jesús con el anuncio del nacimiento de Juan el Bautista. Zacarías, un sacerdote justo, recibe la visita del ángel Gabriel mientras ofrece incienso en el templo. El ángel le dice en Lucas 1:13:
"No tengas miedo, Zacarías. Dios ha oído tu oración. Tu esposa, Elisabet, te dará un hijo, y lo llamarás Juan"(NTV).
Pero Zacarías duda debido a su edad y la de su esposa. Como resultado, el ángel le dice en Lucas 1:20:
"Ahora, como no creíste lo que te dije, quedarás mudo y no podrás hablar hasta que nazca el niño" (NTV).
Dios cumple Sus promesas, pero espera que respondamos con fe. Juan el Bautista sería el precursor de Jesús, preparando el camino para el Mesías. Reflexiona: ¿Estás confiando en las promesas de Dios, o permitiendo que la duda te limite?
En Salmo 45:1-7, el salmista describe la majestad de un rey que prefigura a Jesús. En el versículo 2, dice:
"Eres el más hermoso de todos; de tus labios se desprende la gracia; Dios mismo te ha bendecido para siempre"(NTV).
Más adelante, en el versículo 6, declara:
"Tu trono, oh Dios, permanece por siempre y para siempre. Tú gobiernas con un cetro de justicia" (NTV).
Este pasaje nos apunta a Cristo, el Rey perfecto cuyo reinado es eterno y justo.
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Hoy estaremos leyendo Números 15-16, Marcos 16 y el Salmo 44:18-26. En Números 15 y 16, Dios recuerda a Israel la importancia de obedecer Sus mandamientos y la gravedad de la rebelión. En Números 15:39-40, Dios instruye a los israelitas a usar flecos en sus ropas como recordatorio de Su palabra:
"Cuando los miren, se acordarán de todos los mandatos del Señor y los obedecerán, en vez de seguir sus propios deseos y contaminarse, tal como suelen hacerlo. Así se acordarán y obedecerán todos mis mandatos y serán santos para su Dios" (NTV).
Esto nos recuerda que la obediencia a Dios no es solo una obligación, sino una expresión de santidad y devoción.
En Números 16, vemos la rebelión de Coré, Datán y Abiram contra Moisés y Aarón. Acusaron a Moisés de exaltarse sobre el pueblo, pero en realidad se estaban rebelando contra Dios. Como consecuencia, Dios hace que la tierra se abra y los trague vivos, mostrando que no podemos desafiar Su autoridad sin consecuencias. Reflexiona: ¿Estás viviendo en obediencia a Dios o permitiendo que tu propio orgullo te desvíe de Su voluntad?
En Marcos 16, llegamos al evento más glorioso de la fe cristiana: la resurrección de Jesús. Al amanecer del primer día de la semana, las mujeres van al sepulcro y encuentran la piedra removida. Un ángel les dice en Marcos 16:6:
"No teman. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí" (NTV).
Este momento cambió la historia, demostrando que Jesús venció la muerte y nos dio vida eterna.
Más adelante, Jesús se aparece a Sus discípulos y les da la Gran Comisión en Marcos 16:15:
"Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos" (NTV).
La resurrección de Jesús no es solo un evento del pasado, sino el fundamento de nuestra fe y la razón por la que compartimos el evangelio. Reflexiona: ¿Estás viviendo con la esperanza y el poder de la resurrección en tu vida diaria? ¿Estás cumpliendo el llamado de Jesús a compartir Su mensaje?
En Salmo 44:18-26, el salmista clama a Dios en medio del sufrimiento, declarando que, aunque han permanecido fieles, siguen enfrentando dificultades. En Salmo 44:23, leemos: "Despierta, Señor. ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre" (NTV). A veces, en nuestras pruebas, sentimos que Dios está en silencio, pero el salmista nos recuerda que podemos clamar a Él con confianza.
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Hoy estaremos leyendo Números 13-14, Marcos 15: 33-47 y el Salmo 44: 9-17. En Números 13 y 14, Moisés envía a doce espías a explorar la tierra prometida. Diez de ellos regresan con un informe pesimista, llenando al pueblo de temor:
"No podemos ir contra ellos. ¡Son más fuertes que nosotros!" (Números 13:31, NTV).
Solo Josué y Caleb creen en la promesa de Dios y animan al pueblo: "Si el Señor se agrada de nosotros, nos llevará a salvo a esa tierra y nos la entregará" (Números 14:8, NTV). Sin embargo, el pueblo se deja dominar por el miedo y murmura contra Dios. Como consecuencia, Dios declara que esa generación no entrará en la tierra prometida, excepto Josué y Caleb.
Este pasaje nos enseña que la incredulidad nos roba las promesas de Dios, mientras que la fe nos permite avanzar en Su voluntad. Reflexiona: ¿Estás confiando en las promesas de Dios o permitiendo que el miedo te detenga?
En Marcos 15:33-47, llegamos al momento más impactante de la historia: la muerte de Jesús en la cruz. En el versículo 34, Jesús clama: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Marcos 15:34, NTV). Este grito refleja el peso del pecado que Jesús cargó en nuestro lugar. En el versículo 37, leemos: "Entonces Jesús lanzó un fuerte grito y expiró" (Marcos 15:37, NTV).
El velo del templo se rasga en dos, simbolizando que ahora tenemos acceso directo a Dios por medio de Cristo. José de Arimatea pide el cuerpo de Jesús y lo sepulta, cumpliendo las Escrituras. La cruz nos muestra el amor incondicional de Dios, quien entregó a Su Hijo para nuestra salvación. Reflexiona: ¿Cómo estás respondiendo al sacrificio de Jesús en tu vida? ¿Lo sigues con gratitud y entrega total?
En Salmo 44:9-17, el salmista expresa una sensación de abandono y sufrimiento. En el versículo 9, dice:
"Pero ahora nos has rechazado y nos has humillado; ya no marchas con nuestros ejércitos" (Salmo 44:9, NTV).
A veces, aunque sigamos a Dios, enfrentamos derrotas y pruebas. Sin embargo, el salmista no deja de clamar a Dios, reconociendo que solo Él puede traer restauración.
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Hoy estaremos leyendo Números 11-12, Marcos 15:1-32 y el Salmo 44:1-8. En Números 11 y 12, el pueblo de Israel vuelve a quejarse contra Dios. En Números 11:4-6, los israelitas recuerdan la comida que tenían en Egipto y se lamentan por el maná que Dios les estaba proveyendo, diciendo:
"¡Cómo echamos de menos el pescado que comíamos gratis en Egipto! También teníamos pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos. Pero ahora hemos perdido el apetito; no vemos más que este maná" (NTV).
Dios responde enviando codornices en abundancia, pero también juicio sobre los que se dejaron llevar por su codicia. Esto nos recuerda que, cuando nos enfocamos en lo que no tenemos, podemos menospreciar las bendiciones de Dios.
En Números 12, Aarón y María critican a Moisés y son reprendidos por Dios. María es castigada con lepra y solo es sanada cuando Moisés intercede por ella. Dios les dice en Números 12:8:
"A él le hablo cara a cara, con claridad y no en acertijos. Él ve al Señor como es. ¿Por qué, pues, no tuvieron temor de hablar en contra de mi siervo Moisés?" (NTV).
Esto nos enseña la importancia de respetar la autoridad de Dios y de mantener una actitud de humildad. Reflexiona: ¿Estás confiando en la provisión de Dios o te quejas por lo que crees que te falta? ¿Estás cuidando tus palabras y actuando con humildad?
En Marcos 15:1-32, vemos la humillación y el sufrimiento de Jesús antes de la crucifixión. Es llevado ante Pilato, quien no encuentra culpa en Él, pero cede a la presión de la multitud. En Marcos 15:15, leemos:
"Entonces Pilato, para calmar a la multitud, puso en libertad a Barrabás. Luego mandó a azotar a Jesús con un látigo de punta de metal y lo entregó para que lo crucificaran" (NTV).
Jesús es burlado por los soldados y llevado al Gólgota, donde es crucificado entre dos ladrones. Aun en Su agonía, Jesús permanece en silencio, cumpliendo la voluntad del Padre.
En el versículo 29, la gente se burla de Él, diciendo:
"¡Oye! Tú que destruías el templo y en tres días lo reconstruías, ¡sálvate a ti mismo y baja de la cruz!" (Marcos 15:29-30, NTV).
Pero Jesús no bajó de la cruz, porque Su propósito era salvarnos. Reflexiona: ¿Cómo estás respondiendo al sacrificio de Jesús? ¿Estás viviendo con gratitud por Su entrega o simplemente lo das por hecho?
En Salmo 44:1-8, el salmista recuerda cómo Dios ha dado la victoria a Su pueblo. En el versículo 3, dice:
"No fue con sus espadas que tomaron la tierra, ni su brazo el que les dio la victoria; fue tu mano derecha, tu brazo poderoso y el resplandor de tu rostro, porque los amabas" (NTV).
Nuestra victoria no depende de nuestra fuerza, sino del amor y el poder de Dios.
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Hoy estaremos leyendo Números 9-10, Marcos 14:53-72 y el Salmo 43. En Números 9 y 10, Dios recuerda a Israel la importancia de la Pascua y les da instrucciones sobre cómo debían seguir Su presencia en el desierto. En Números 9:15-17, dice:
"El día que se armó el tabernáculo, la nube lo cubrió. Desde el atardecer hasta la mañana, la nube tomaba el aspecto de fuego. Así era continuamente: de día lo cubría la nube y de noche tenía aspecto de fuego. Siempre que la nube se levantaba, los israelitas partían; y en el lugar donde la nube se detenía, allí acampaban" (NTV).
Esto nos enseña que la dirección de Dios es constante y perfecta. No se trataba de la lógica del pueblo, sino de la obediencia a la presencia de Dios.
En Números 10, Dios manda a fabricar dos trompetas de plata para convocar al pueblo y anunciar su marcha. Finalmente, el pueblo comienza su travesía guiado por la nube. En el versículo 35, Moisés proclama una oración poderosa:
"Levántate, oh Señor, que sean dispersados tus enemigos y huyan de tu presencia los que te odian" (Números 10:35, NTV).
Reflexiona: ¿Estás siguiendo la dirección de Dios en tu vida, confiando en Su guía más que en tu propio entendimiento?
En Marcos 14:53-72, Jesús es llevado ante el sumo sacerdote y los líderes religiosos para ser juzgado. El juicio es injusto, lleno de testigos falsos, pero Jesús permanece en silencio hasta que el sumo sacerdote le pregunta directamente si es el Mesías. En Marcos 14:62, Jesús responde:
"Yo soy. Y verán al Hijo del Hombre sentado en el lugar de poder a la derecha de Dios y viniendo en las nubes del cielo" (NTV).
Esto enfurece a los líderes religiosos, quienes lo acusan de blasfemia y deciden condenarlo a muerte. Mientras tanto, Pedro, que había prometido nunca abandonar a Jesús, lo sigue de lejos. Pero cuando es confrontado, niega conocerlo tres veces. En el versículo 72, leemos:
"De inmediato el gallo cantó por segunda vez. De repente, las palabras de Jesús pasaron rápidamente por la mente de Pedro: ‘Antes de que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces’. Y se echó a llorar" (Marcos 14:72, NTV).
Pedro experimenta el peso de su debilidad, pero su historia no termina en fracaso. Más adelante, Jesús lo restaurará, mostrándonos que Su gracia es mayor que nuestros errores.
Reflexiona: ¿Te mantienes firme en tu fe aun cuando enfrentas pruebas o estás en peligro de negar a Jesús con tus acciones?
En Salmo 43, el salmista clama a Dios por justicia y dirección. En el versículo 3, dice:
"Envíame tu luz y tu verdad; que ellas me guíen" (Salmo 43:3, NTV).
Cuando enfrentamos oposición o tiempos oscuros, nuestra guía debe ser la verdad de Dios, no nuestras emociones ni el miedo.
El salmo concluye con una declaración de esperanza:
"¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? Pondré mi esperanza en Dios. ¡Nuevamente lo alabaré, mi Salvador y mi Dios!" (Salmo 43:5, NTV).
Hoy te invito a que pongas tu esperanza en Dios, confiando en que Él traerá justicia en Su tiempo perfecto.
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