Afleveringen
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Hoy, en la proximidad de la celebración de los misterios pascuales, los vamos a contemplar desde la espiritualidad carmelitana. Así lo haremos mediante la oración titulada “la elevación a la Trinidad” formulada por Santa Isabel de la Trinidad y, por otro lado, profundizando en las cinco llagas de Jesucristo, a través del poema de San Juan de la Cruz titulado “el pastorcico”. El poema está compuesto por cinco estrofas donde cada una de ellas se corresponde a una llaga. De manera que, la primera llaga es la del amor, la segunda llaga es la fe, la tercera es la vida de la Iglesia, la cuarta es la del martirio y del testimonio y la quinta llaga es la del corazón de Jesucristo traspasado en el costado que nos ofrece la Eucaristía. El padre Miguel Ángel de la Madre de Dios nos invita, de este modo, a prepararnos para la próxima semana santa. No se pierdan esta profunda meditación.
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Hoy continuaremos con los prolegómenos de la obra que estamos analizando. Hablaremos de los comienzos de la escritura de la obra. La Santa comienza esta magistral obra en Toledo y la acaba en Ávila. Ella usará los símbolos guerreros para representar la lucha espiritual, propios de su entorno temporal y además hay que considerar que cuando Santa Teresa escribe este libro ya tiene una rica vida espiritual en la que sabe cómo abordar el combate. Es un libro escrito como guía para sus Hijas las Carmelitas Descalzas. Veremos el cómo ha llegado hasta nosotros. En definitiva, hoy conocemos importantes temas alrededor de la fábrica y la divulgación del libro.
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Zijn er afleveringen die ontbreken?
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Hoy, vamos a describir la ruta de peregrinación Teresiana y Sanjuanista, llamada “De la cuna al sepulcro”. Ésta va desde Ávila, donde nació la Santa hasta Alba de Tormes donde murió la misma. En esta ruta pasaremos por la casa natal de Santa Teresa, por Fontiveros, localidad natal de San Juan, donde podremos visitar la pila bautismal en la Iglesia de San Cipriano en la que San Juan fue bautizado; Duruelo, será también un lugar para detenernos y contemplar el convento donde otra gran santa carmelitana, Santa Maravillas de Jesús, ha “refundado” de nuevo el Carmelo. En la edición de hoy del programa trataremos un paralelismo entre esta ruta y el camino que hemos recorrer hacia nuestro camino interior para entrar en el castillo interior. Es muy interesante conocer que se ha creado la asociación de la cuna al sepulcro, cuya página web es www.delacunaalsepulcro.es, que lleva a cabo muchas actividades. Caminen junto a los dos grandes místicos españoles hacia su interior mientras recorren las tierras castellanas. El padre Miguel Ángel de la Madre de Dios, en esta edición, comenzará con los temas de contexto del libro de Las moradas. Nos explicará el manuscrito, la estructura del libro, etc. Saboreen estas enseñanzas.
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Hoy, realizamos una semblanza de la vida y de la obra de San Juan de la Cruz, cuya fiesta litúrgica se acaba de celebrar en medio del adviento. En alba de Tormes, es donde coinciden los dos grandes místicos del Carmelo, es decir, Santa Teresa y San Juan de la Cruz para fundar el monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen. Como decíamos, vamos a centrarnos hoy en el santo y, en concreto, vamos a considerar cómo él nos habla de la felicidad en la vida cristiana. Caminemos para conocer mejor la espiritualidad carmelitana.
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Hoy vamos a hacer un recorrido preliminar del libro de Castillo Interior para contextuar el abordaje de este gran libro. A lo largo de estos programas descubriremos que la doctrina Teresiana es para vivirla no sólo para conocerla. Así mismo, hoy también visitaremos la exposición Vitor Teresa. Adentrarse en la espiritualidad carmelitana.
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Comenzamos una nueva temporada del programa Castillo Interior. Acabamos de concluir el año jubilar Teresiano. Hoy vamos a tener un programa especial pues vamos a entrevistar al Padre Daniel de Pablo Maroto, el mayor conocedor de Santa Teresa, en la actualidad. ¡Adelante!
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ÚLTIMO PROGRAMA. El pasado domingo el obispo de Salamanca abrió el año jubilar Teresiano en Alba de Tormes, lugar donde se encuentra el sepulcro de la Santa. En este programa veremos cómo viven quien llega a la meta de la unión con Dios por medio de la oración, por medio del camino de las moradas, para configurarse con Jesucristo. También hoy haremos una semblanza completa de la Santa. Todo ello a modo de colofón del programa y, por supuesto, les animamos a aprovechar el año jubilar. A caminar hacia nuestro interior y hacia la unión con Dios con la Santa andariega.
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Continuamos con las quintas moradas. Lo propio de ellas es la unión de voluntad con Dios y, por ello, la oración propia de las quintas moradas es la oración de unión. Como decía San Pablo, en Dios vivimos, nos movemos y existimos. Santa Teresa de Jesús explica que efectivamente la presencia de Dios en nuestras almas es real pero la profundidad en cada alma es distinta. Para poder disfrutar dicha presencia hemos de ejercitar la oración de unión con todo lo que tiene de confiar y entrega de la propia voluntad. Pasen y comiencen a estrechar los lazos de la unión con Dios.
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En el capítulo anterior concluíamos nuestro paseo por las moradas cuartas. Como sabemos, son un recorrido por el monte Tabor, como un descanso para lo que está por venir. Pero....hemos de acompañar a Jesucristo al monte Calvario y ello conlleva más compromiso. Pues bien, en las moradas quintas, practicaremos cómo abandonar nuestra propia voluntad para renacer en Dios. ¡Gran lección!. Como en todas las moradas, hay una modalidad especial de oración, y en éstas es la oración de unión, en la cual también nos adentraremos hoy. Pasen y comiencen a transitar por las quintas moradas.
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Estamos en la morada cuarta y, como sabemos, nuestra vida cristiana es una permanente conversión. Las moradas cuartas son “un reposo por lo que ha de venir”. Lo que ha de venir no es otra cosa que la reproducción de la Pasión de Cristo, vivencia propia de moradas posteriores. En las cuartas moradas se dan la oración de recogimiento sobrenatural, que vimos en el programa anterior, y otra es la oración de quietud. Pues bien, hoy nos centraremos en la oración de quietud, la cual lleva al alma a una mayor intimidad con Dios que se va a llevar a cabo en lo cotidiano de tal manera que se funden el misterio de Dios y del misterio de la vida. Es decir, es hacer que lo cotidiano sea oración, es hacer del amor la regla de vida. Pues bien, si esto se lleva al extremo será la oración de sueño de potencia que es de tal manera que una parte de mi estará en los trabajos diarios y la otra es oración. O sea que “Marta y María de Betania van de la mano” y unas potencias, memoria y entendimiento, se ponen en liza para el trabajo y la otra, la voluntad, para la oración. Saboreen despacio esta preciosa y profunda meditación.
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Tal y como indicamos continuamos la morada cuarta que hemos titulado “un descanso para lo que está por venir” son las que podríamos llamar moradas del Tabor. Son propias de estas moradas la oración de recogimiento sobrenatural y la oración de quietud donde se experimenta la alegría y la paz. La Santa entró,en la morada cuarta al iniciarse su conversión adulta. La santa también nos advierte del peligro de permanecer en el Tabor. Paseen por estas moradas tan apetecibles.
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Hoy continuamos con las terceras moradas y comenzaremos a vislumbrar las cuartas moradas. En las terceras moradas la Santa dedica un espacio específico a la humildad como virtud fundamento de todas. El conocimiento de las debilidades personales nos llevar a animarnos a la conversión continua y así nos preparamos para vivir el verdadero amor y a llevar a cabo el plan de Dios en nosotros. En la edición de hoy reflexionamos largamente de la celebérrima frase de la Santa “andar en verdad” que es mucho más que no mentir sino ejercitar la humildad en toda su extensión. Reflexionaremos con la Santa que nos indica que “la humildad que es ungüento de todas nuestras heridas”. Hemos querido terminar las moradas terceras con una reflexión amplia acerca de la humildad, pero no olvidemos la necesidad de la oración de recogimiento y su contento, de degustar lo espiritual, la importancia de la acción en lo cotidiano, derivada de abrazar en nuestra conducta la voluntad de Dios. Hoy comenzamos a vislumbrar la morada cuarta que hemos titulado “un descanso para lo que está por venir” son las que podríamos llamar moradas del Tabor. Son propias de estas moradas la oración de recogimiento sobrenatural y la oración de quietud donde experimenta la paz. Sigamos el camino hacia la felicidad.
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Hoy continuamos con las terceras moradas y en ellas podemos vivir la verdad de fe que no es otra que en nuestro interior es donde Dios mora. Por ello Dios se hace a nuestra medida y es por ello que hemos de prepararnos para acoger al Rey de Amor. Profundizaremos en la oración de recogimiento como medio de crear ese acogimiento y a que ahí es donde establecemos ese trato de amistad con quien sabemos que nos ama. Nos enseñará qué son los contentos y qué son los gustos. Veremos que en la espiritualidad todo es gracia y también es voluntad. En las terceras moradas la virtud de la humildad será ve incrementada ya que ésta es el cimiento de todo este tránsito hacia nuestra felicidad. Sobre todo ello reflexionaremos en el tiempo de este espacio.
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Hoy avanzamos en nuestro camino interior contemplando las moradas terceras en las que se observan dos capítulos y tres aspectos que vamos a desarrollar. El primero de ellos es relativo a la “alegría por la vocación” acerca de la cual la Santa resalta el peligro de creerse mejor que los demás y como antídoto nos prescribe humildad. El segundo aspecto está relacionado con la “decisión de perfeccionar el seguimiento de Jesús” y la Santa nos ilustra de ello a través del pasaje del Joven rico y nos invita a un seguimiento perfecto que exige “un radicalismo en desnudez y alejamiento de todo” perseverando con realismo. En estas moradas se entrena la virtud de la humildad en mayor profundidad dándolo todo y dándonos del todo. El tercer aspecto de estas morada es la “oración de recogimiento”. La Santa nos invita a entrar dentro de nosotros para encontrar al Dios que nos habita. Nuestro corazón alberga a Aquel al quién no puede contener el universo mundo. La Santa nos describe este modo de rezar y nos explica el cómo llevarla a cabo mediante la puesta en liza de las tres potencias del alma. También nos indica que entran asimismo en liza los sentidos, tanto los exteriores y los interiores, y la imaginación. Tanto los unos como la otra pueden ser un estorbo o, por el contrario, aprovecharlos en la oración de recogimiento y así avanzar en nuestro camino hacía las moradas superiores. Avancemos hacia nuestra felicidad.
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Hoy, nos adentramos en las terceras moradas a las que hemos titulado “la firme decisión de seguir la senda de Jesucristo” y en estas moradas viven personas que toman cuidado en no molestar a “Su majestad”. En las moradas terceras consideramos tres aspectos. La alegría propia de la vocación, el perfeccionamiento en el seguimiento de Jesucristo y la oración de recogimiento. En el programa de hoy también se nos presentan las dificultades del camino. Avancemos un paso más en nuestra vida espiritual hacia la santidad. Ánimo, ¡Adelante!
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Hoy seguimos reflexionando acerca de las segundas Moradas. Recordemos que en las moradas segundas, una de las claves es el desasimiento. Nos indican modos prácticos de ejercitar el desasimiento, tales como no querer siempre la razón, o verse condenar sin culpa y guardar silencio, etc. Reflexionaremos muy extensamente acerca de este último modo de desasimiento. Obviamente, todo ello, embebido en una reflexión más amplia sobre el ejercicio de la humildad, en tanto en cuanto es andar en Verdad. La última de las Joyas que contemplamos en estas moradas segundas es la que la Santa da en llamar “hacerse espalda”, es decir ayudarse y evitar la maledicencia. Profundizaremos en esta expresión. Continuemos, pues, nuestro camino a la santidad, nuestro camino al castillo interior.
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Hoy, continuamos en las moradas segundas, donde habíamos identificado 6 importantes joyas. Pues bien, en esta edición trataremos de la cuarta y quinta joya; éstas son: el amor al prójimo y el desasimiento. En relación al amor al prójimo, la santa nos da las claves para aprender a amar. Éstas son ejercitar el amar por amar, sin límites y sin interés, amar espiritualmente y no sensiblemente. Por ello, hay que tener el corazón vacío y solitario de todo afecto superficial para poder crecer en la auténtica caridad cristiana. En relación a la quinta joya, el desasimiento veremos que no se trata sólo en relación a las cosas materiales sino también en relación al olvido de uno mismo y así poderse centrar más en el Señor y en los otros, en el hermano. El que se despega de las cosas es un héroe pero el que se olvida de sí mismo es un santo. El desasimiento es la humildad en grado sumo. El desprendimiento de nosotros mismos nos permite adquirir la verdadera libertad. Santa Teresa indica como entrenarse en el desasimiento. Saboreen estas profundas enseñanzas.
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Hoy seguimos aprendiendo a orar de la mano de Santa Teresa, reflexionando acerca de las segundas Moradas. Recordemos que en las moradas segundas las claves son: la importancia de la humanidad de Cristo, la oración de meditación, afianzarnos en la fe, la importancia del amor al prójimo, el desasimiento como modo de vivir la humidad y “hacerse espalda”. La oración de meditación, básicamente, se llevara a cabo con el evangelio para que hagamos viva la palabra en nuestra realidad cotidiana. Nos indica la santa cómo llevar a cabo esta oración. Introducimos hoy, la lectio divina. En nuestro camino del perfeccionamiento de orar, la santa nos da “pistas” para hacerla bien. Como decíamos, es propio de esta segunda morada la perseverancia en la fe y cultivarla nos facilita el camino hacia la santidad, ya que dificulta al demonio “su labor”. La perseverancia precisa de la confianza en el Señor y nuestro abandono en él. La santa nos recomienda que no demos un paso atrás pues vamos hacia el encuentro definitivo con el Dios que nos ama. Continuemos, pues, nuestro camino a la santidad, nuestro camino al castillo interior.
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En las Moradas segundas se trata de conocer a Cristo, a través de meditar sus milagros, para seguirlo. Son, estas segundas moradas, básicamente Cristológicas. Profundizaremos en ellas en la humanidad de Jesucristo y, para alcanzar este conocimiento, utilizaremos la oración de meditación. En estas moradas nos afianzaremos en la fe y en el amor al prójimo, así como al desasimiento como modo de vivir la humildad. Son, las segundas moradas, las que nos muestran el combate espiritual y la importancia de la perseverancia. Continuemos nuestro camino al castillo interior.
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Hoy, profundizaremos más en las primeras moradas, donde se produce una lucha con el demonio que intenta sacarnos de nuestro castillo interior, pero es también en ellas, donde nos hacemos conscientes que Dios quiere vivir en comunión con nosotros. Para poder habitar en ellas, Santa Teresa nos indica que la austeridad y el auto-conocimientos son cruciales y que el camino para ello, son la oración y la humildad. Santa Teresa nos alerta que la oración, en estos primeros estadios, es difícil y que no vamos a encontrar con ella la plenitud. Por ello debemos de orar tal y como estemos en cada momento y con perseverancia, sugiriéndonos que la contemplación de la naturaleza es buena práctica. El título que Santa Teresa da a los moradores de la primera moradas es el Siervo del amor. Entra y te encontrarás. ¡Adelante!
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