Afleveringen

  • Octavio Paz y Elena Garro fueron dos de los grandes escritores que dio México durante el Siglo XX. Y también una de las parejas más conocidas de la literatura latinoamericana. Cuentan los historiadores que se conocieron en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. En una fiesta, Paz le dio un jalón para invitarla a bailar. Ese gesto fue quizá un botón de muestra de lo que luego sería la relación. Se casaron y basaron ese vínculo en conveniencias, celos profesionales y enojos por parte de él. Y en una serie de sumisiones y frustraciones por parte de ella. Un cóctel horrible que, por supuesto, dio lugar a un matrimonio fallido. Alguna vez, Garro dijo: “Durante mi matrimonio, siempre tuve la impresión de estar en un internado de reglas estrictas y regaños cotidianos”. Sin embargo, esta selección de cartas corresponde a los momentos inciales de ese amor. Acá está el Paz poeta, el genio, el ganador del Premio Nobel. Pero también aparecen los rasgos de manipulación. Le pide ser “sumisa, callada, dócil para mí”. Lee el actor Raúl Román.

  • Bienvenidos y bienvenidas a la sexta temporada de Epistolar. Estamos muy felices por este reencuentro con nueva música, nuevos lectores y, por supuesto, nuevas cartas que queremos compartir con vos. En la guitarra, nos acompaña como siempre José Ferrufino, un viejo amigode la casa. Y este año sumamos al pianista Facundo Miranda, a quien agradecemos su aporte y generosidad. Pero basta de prólogos. Y vamos al episodio de hoy. Es casi un lugar común hablar de Mozart y usar inmediatamente después la palabra genio. Y vincular ese genio con la locura, con los arrebatos, con el talento como un regalo de Dios. Ahí está la película “Amadeus”, que dejó la impresión de que era un donjuán, un indisciplinado con flashes geniales. Su talento, como el de cualquiera, fue también producto de un enorme trabajo. Esta es una selección de dos cartas. En la primera, justamente, habla sobre su proceso creativo, sobre cómo fluyen sus ideasmusicales, sobre un trabajo que, en sus palabras, se “metodiza”. En la segunda, un Mozart más terrenal le pide a un primo un suculento préstamo de dinero. Acá va un Mozart genio. Uno que suda. Y que sufre, como vos, como yo, como todos. Lee el actor Marcos Montes.

  • Zijn er afleveringen die ontbreken?

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  • Llegamos al episodio 164 desde el inicio de este podcast y el último de la quinta temporada de Epistolar. Queremos darte las gracias por estar ahí y darle sentido a lo que hacemos. En nuestras redes te contaremos las novedades. Pero ahora vamos a lo importante: las cartas. Honoré de Balzac fue uno de los más grandes escritores en lengua francesa. Alguien obsesionado por retratar el espíritu de la burguesía de la Francia post napoleónica. Y vaya si lo hizo con “La comedia humana”, una maravillosa y monumental obra que incluye 87 novelas y cuentos sobre sus grandes obesiones: la política, la revolución, el dinero, el poder, el sexo y las mujeres. Esta carta no habla de esa obra pero sí, de alguna forma, de ese carácter desmedido -y ambicioso- de su personalidad. Le escribe a Ewelina Hańska, su mujer y condesa de origen polaco, a quien conoció a través de una carta. Le habla del sueño delicioso de quererla. De una relación que lo abruma. “Estoy viviendo solo por amor”, le dice. “Me siento tonto y feliz”, agrega. Acá una carta de amor intenso. Acá el frenético Balzac con toda su potencia verbal. Lee el actor Diego Gens.

    ***

    Estoy loco por ti: no puedo unir dos ideas sin que tú te interpongas entre ellas. Ya no puedo pensar en nada diferente a ti. A pesar de mí, mi imaginación me lleva a pensar en ti. Te agarro, te beso, te acaricio, mil de las más amorosas caricias se apoderan de mí. En cuanto a mi corazón, ahí estarás muy presente. Tengo una deliciosa sensación de ti allí. Pero mi Dios, ¿qué será de mí ahora que me has privado de larazón? Esta es una manía que, esta mañana, me aterroriza. Me pongo de pie y me digo a mí mismo: “Me voy para allá”. Luego me siento de nuevo, movido por la responsabilidad. Ahí hay un conflicto miedoso. Esto no es vida. Nunca antes había sido así. Tú lo has devorado todo. Me siento tonto y feliz tanpronto pienso en ti. Giro en un sueño delicioso en el que en un instante se viven mil años. ¡Qué situación tan horrible! Estoy abrumado por el amor, sintiendo amor en cada poro, viviendo solo por amor, y viendo cómo me consumen los sufrimientos, atrapado en mil hilos de telaraña. Oh, mi querida Eva, no lo sabías. Levanté tu carta. Está frente a mí y te hablo como si estuvieras acá. Te veo, como te vi ayer, hermosa,¿ asombrosamente hermosa. Ayer, durante toda la tarde,me dije a mí mismo: “¡Es mía!”. Ah, ¡los ángeles no estántan felices en el paraíso como yo lo estaba ayer!”.

  • Edith Wharton fue una escritora con un humor finísimo, una exploradora del mundo íntimo de las clases altas de los Estados Unidos. Fue candidata al Nobel y ganó el Pulitzer en 1921 por su extraordinaria novela “La edad de la inocencia”. Además de eso, fue una mujer que no conocía límites en un mundo regulado por los preceptos masculinos. Ella se paseaba en su auto cuando las mujeres no manejaban, amaba por igual a hombres y mujeres y se apuntó como reportera durante la Primera Guerra Mundial y realizaba las coberturas a bordo de una moto. Y, como si todo eso fuese poco, se divorció. Pensá un poco en esa época, inicios del siglo XX, te convertías casi en una paria por hacerlo. Durante esos años finales de su matrimonio, conoció al periodista Morton Fullerton, bisexual como ella, con quien tuvo una apasionada y dolorosa historia de amor. En esta carta, ella le expresala gran tristeza que le causa su distancia. “Tus incongruencias e incoherencias”, le dice. Y lanza palabras que suenan como un puñal: “Mi vida era mejor antes de conocerte”. Lee la actriz Marta Pomponio.

    ***

    Mediados de Abril de 1910

    Cuando me fui pensé que quizás tendría noticias tuyas de vez en cuando. Tú me escribías todos los días, ¡y me escribías de la misma forma que solías hacerlo hace tres años! Eso me incitó a responderte de la misma manera porque no veía otra razón por la cual pudieras escribirme. ¡Pensé que querías que te dijera lo que había en mi corazón! Luego vuelvo, y ni una palabra, ni una señal. Sabes que aquí es imposible intercambiar dos palabras, y apareces aquí, vienes incluso sin haberme avisado; fue una casualidad que estuviera en casa. Te marchas, y otra vez en silencio sepulcral. He vuelto tres días y parece que no existo para ti. No lo comprendo. Si pudiera creer que hay algún sentimiento en ti −una buena y leal amistad, ¡a falta de otra cosa!− entonces podría seguir adelante, soportar las cosas, escribir y ordenar mi vida…

    […]

    He soportado todas estas incongruencias e incoherencias al máximo por lo mucho que te amo y porque lamento en extremo las cosas de tu vida que son difíciles y penosas. […] Pero ahora el sentido de la autoestima, y también la sensación de que no puedo soportar más, me hacen escribirte estascosas. No vuelvas a escribirme cartas como las que me mandaste a Inglaterra. Es una diversión caprichosa y cruel. ¡No era necesario herirme así! […] pero a nadie se le puede pedir un día que entregue toda la ternura de su pasión yluego ignorarle al día siguiente sin razón o explicación aparente, como te has complacido en hacer tú desde tu enigmático cambio en diciembre. He tenido un año muy difícil; pero el dolor dentro de mi dolor, el último giro de la tuerca, ha sido la imposibilidad de saber lo que querías de mí y lo que sentías por mí. […] Mi vida era mejor antes deconocerte. Esta es, para mí, la triste conclusión de este tristeaño. Y es aún más amargo decírsela al único ser que una ha amado de verdad.

    Edith

  • Una carta es una conversación entre dos ausentes, como alguna vez la definió Carlos Monsivais. Pero también es una forma de intentar llegar al otro, de avanzar y, claro, de seducir. El escritor y diplomático colombiano Juan Gustavo Cobo Borda lo intenta con esta carta de amor. Aunque se lamenta de una empresa que considera harto difícil. Dice “tan torpes los hombres, tan ansiosos siempre, tan irreales como estas palabras...” Lee el actor Ramón Valera.

    ***

    Querida mía: ¿Podrán las palabras seducir?¿Lograrán ellas avanzar hacia ti, con ansiosa timidez, y rozar una mano, un rostro, una nuca? Porque la página es el cuarto donde todos los juegos se pernoten. Porque este rectángulo blanco alberga todas las imaginaciones posibles: lo que tú has soñado, lo que he ansiado, lo que quizás ninguno de los dos sabe bien cómo se llama. Sí: confiemos por un momento en el conjuro de los vocablos. Ellos te traen aquí, buena como el pan, ácida como el limón. Las equivocaciones reviven, risueños, errores que no valen la pena. Tan torpes los hombres, tan ansiosos siempre, tan irreales como estas vagas palabras. Basta leer las cartas de Rilke a Benvenuta. Vercómo Benvenuta sí clava los pies en la tierra y concreta al volátil,cobarde, hipocondríaco Rilke. Ahora también quedan las cartas de Benvenuta. Justa inmortalidad. ¿Eres una, eres dos, cuántas eres? Quiero sentir cómo las palabras fluyen sobre el papel -pluma leve,tinta negra- y llegan hasta ti, la lejana, la ida y recobrada, la que tanto tiempo, durante tantas horas, ha rondado por mi mente. Esa mente ya vacía, esa mente que quisiera ágil, depurada, certera para gozar, entrelazada, con la tuya -la pura alegría de intuirnos en la distancia insalvable. Humor, goce, la cariñosa sensualidad de dos almas que se ríen y se desean lo mejor. ¿Podré salir, romper el cerco, bailar eufórico en la entrega, como el bonsai que solo produce naranjas porque sí, más allá de quien las recibe, mucho más allá de quien las saborea? No hay nada que contar. La vida se va, el tiempo insensibiliza cualquierafecto, la rutina nos protege del terrible milagro. Aun así confía en tu insensatez.Tengo una fe infinita en el error. Quisiera equivocarme apasionadamente. “Sin plata, sin novia, sin porvenir” o “gordo, viejo y fracasado”, como prefieras, intento extraer fuero de estas fatigadas palabras. Las de siempre. Huecas y vacías. Pero no tengo otra. Quizás en la alta noche, cuando el único ruido sea la vibración de la luz en los faroles, tú, sin saber bien cómo o por qué, las repases y les confieras sentido. Un enigma siempre requiere de dos. Es tan fácil la felicidad. Tan gratuita. Basta con sentir algo tibio. Volver a llamar sólo para oír de nuevo una voz quizás estropeada por la gripe. Tan sencillo. En consecuencia nodudo más y arrojo estas palabras, así, deshilvanadas, sabiendo que las complementarás. Como ves, no tengo nada qué decir pero aun así escribo. El oscuro deseo mueve las aspas del molino y tritura los granos, las jugosas uvas, el cuerpo que otro cuerpo exprime hasta el delirio. Consérvame, cuídame, y suéñame sin límites. Yo te percibo.Siento el azul de tus venas cada día más próximo, en su latido.El secreto está a salvo. Nada he dicho. Así que el círculo se cierra y entrelazados por cadenas más férreas que el destino, contemplamos cómo los astros trazan rutas. En algún punto ¿cuándo? ¿dónde? Las nuestras se juntan.Que el amor te bendiga. Juan Gustavo

  • Esta es una carta de adiós, la despedida de un incansable polemista. Lisandro de la Torre fue abogado, escritor, periodista, legislador y candidato a presidente de la Argentina en 1916. Participó de la creación de la Unión Cívica Radical y fue el primer presidente de la Liga Argentina de los Derechos del Hombre, en un mundo que se precipitaba hacia la pesadilla totalitaria. Un lector de las corrientes filosóficas influyentes de su época, un hombre que enfrentó -muchas veces en soledad- a la corrupción y los negociados de la Década Infame. El pensaba que la prosperidad del país, en ese entonces Argentina era una nación rica, debía ser acompañada por la transparencia de las instituciones políticas. Hablaba de la descentralización del poder de las provincias, defendía la reforma electoral de Sáenz Peña, pensaba que había que limitar el poder de los gobernantes…En fin, puntos relevantes para consolidar una verdadera democracia. Como senador, presentó un informe contundente sobre los perjuicios del acuerdo entre Argentina e Inglaterra sobre el comercio de carne. Algo que ponía en evidencia las corruptelas del gobierno de Agustín P. Justo. En 1937, cansado de luchar contra un sistema de corrupción queinvolucraba a grandes funcionarios, De la Torre presentó su renuncia al Senado. Y se fue a su casa. Escribía algunos artículos y salía cada tanto a dar conferencias. La última fue un año antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Y dijo: “La hora de la espada pasó y el mundo, harto de sobresaltos, deberá volver a la moderación, al respeto del derecho de los tratados y de la paz”. En 1939, puso fin a su vida con un disparo al corazón. Antes, dejó esta carta a familiares y amigos. Lee el actor Francisco Civit.

    ***

    Queridos amigos:

    Les ruego se hagan cargo de la cremación de mi cadáver. Deseo que no haya acompañamiento público, ni ceremonia laica religiosa alguna, ni acceso de curiosos y fotógrafos a ver el cadáver, con excepción de las personas que ustedes especialmente autoricen. Si fuera posible, debería depositarse hoy mismo mi cuerpo en el crematorio e incinerarlo mañana temprano, en privado. Mucha gentebuena me respeta y me quiere y sentirá mi muerte. Eso me basta como recompensa. No debe darse una importancia excesiva al desenlace final de una vida, aún cuando sean otras las preocupaciones vulgares. Si ustedes no lo desaprueban desearía que mis cenizas fueran arrojadas al viento. Me parece una forma excelente de volver a la nada, confundiéndose con todo lo que muere en el Universo. Me autoriza a darles este encargo el afecto invariable que nos haunido. Adiós. Lisandro de la Torre

  • La llaman de muchas formas. Elena. Elenita. Princesa Roja. La Poni. Elena Poniatowska nació en Francia, pero fue adoptada por los mexicanos. Llegó a ese país huyendo con su familia de la ocupación nazi. Ganó el Premio Cervantes 2013, pero siempre se reivindicó como periodista y reportera antes que como escritora. “Soy una Sancho Panza femenina”, dijo alguna vez. Sus libros hablan de los grandes temas y personajes de México, pero también de Pedro, María, de Juan y José, de los personajes anónimos, de la gente de a pie. La carta que elegimos para este episodio está dirigida a la madre ausente, pero no es una carta clásica de amor filial. Elena elige este género para evocar a su mamá, sí, pero también como una forma de dialogar con su propia biografía e historia. Lee Gabriela Bautista.

    ***

    Querida mamá: Escribo con un nudo en la garganta. Lo mismo haría si el español fuera mi idioma materno. No es para tanto –me digo–, pero sigo escribiendo con un temblor cardiaco. Desde niña, a los seis o siete años copiaba las letras del alfabeto temblando de miedo. Manchar el cuaderno con una gota del tintero encajado en el pupitre escolar era una deshonra. Las letras salían picudas y tembeleques. Pero quien más me hacía temblar eras tú cuando aparecías a las ocho a darnos el beso de las buenas noches. Te precedía tu perfume, luego el sonido de tu vestido barriendo el piso. Cuando te inclinabas sobre la cama se me venían encima tus pechos blancos como la leche, tu pelo castaño como el Bois de Boulogne, tus labios muy llenos, tus ojos de azúcar quemada. “¡Que duerman con los angelitos, niñas!”, reías. Un minuto después habías desaparecido. En París, entre los treinta y cuarenta, los franceses giraban en una ronda de cenas, desfiles de alta costura, recepciones, conciertos, encuentros en cafés en la acera, ajenjos verdes como los de Van Gogh. Nunca dejaron de bailar sobre el volcán hasta que estalló la guerra. Mamá, escribiste: “Después de haber dejado sola a Polonia, las dos grandes potencias Francia e Inglaterrapor fin le declararon la guerra a Alemania, el 3 de septiembre de 1939. Más tarde supe que el embajador Julio Lukasievicz en una entrevista tormentosa con Daladier le comunicó que le quedaban dos horas para salvar el honor de Francia”. Vestida de Schiaparelli, aparecías en el Vogue. Tú y yo girábamos aturdidas en otra ronda, la de una niña enamorada de su madre. Como a ti te querían tantos, te parecía normal que yo te quisiera más, por eso, a veces ni me veías como no se ve a lo que siempre está ahí. Durante la guerra, Paula Amor de Poniatowski condujo una ambulancia. Se enroló en la Section Sanitaire Automobile Féminine SSA que pertenecía a la Cruz Roja y presentó tres exámenes: el de mecánica, el de auxiliar médico y el de topografía y orientación. Manejó una camioneta Matford que servía también para transportarheridos. Salía al alba y en su primer viaje recorrió 1.350kilómetros para llevar alimentos a Alsacia. En la noche tenía que conducir con los faros apagados y recuerda haber llevado a una mujer que le dijo que no se iba sin su máquina de coser y su olla llena de sopa de lentejas. En Cayeux, subieron a su camioneta unos 10 ancianos tan malhumorientos y quejumbrosos que no le inspiraron simpatía, solo temían que los alcanzaran “les boches”. En cambio, un burrito abandonado a medio campo bajo las bombas le dio tantacompasión que lo subió a la camioneta y lo dejó en casa de uncampesino. La guerra de mi padre es otro cantar. Atravesó los Pirineos a pie y lo encarcelaron en Jaca. (...) Ahora que ya no sé si mi pluma es una excusa o una soga al cuello, cómo quisiera escribir sin miedo. Todavía hoy, a los 84 años, extraño el perfume que precedía tu entrada y tu beso de las buenas noches y le pido al ángel de la guarda que te regrese.

  • Sherwood Anderson fue periodista, cuentista y novelista. Un gran maestro de la literatura estadounidense, del relato breve, del cuento simple y directo. Y, principalmente, verosímiles. La historia lo recuerda también por ser el maestro y mentor de nada menos que William Faulkner. Antes de dedicarse a la literatura, fue publicista y empresario hasta que decidió dejar todo para escribir. En esta carta, el escritor le habla a su hijo John, que quiere ser pintor. Es un texto con consejos, sí, pero principalmente un manifiesto sobre el empleo del tiempo, el dinero y las complejidades de ser artista. Lee el actor José Escobar.

    ***

    Querido John: Me atrevo a decir que lo mejor es aprender algo de buena manera para ganarse la vida. Parece que Bob está ganando terreno en el negocio de los periódicos y ha recibido otro aumento. Él está siendo bien entrenado, trabaja en una ciudad más pequeña. En cuanto a los campos científicos, cualquiera de ellos requiere una larga formacióny una aplicación intensa. Si tú estás hecho para eso, nada podría ser mejor. A la larga, tendrás que llegar a tu propia conclusión. Las artes, que probablemente ofrezcan mayor satisfacción a un hombre, son inciertas. Es difícil ganarse la vida. Si tuviera que ocuparme de mi propia vida, supongo que seguiría siendo escritor, pero estoy seguro que le daría mi mayor atención a aprender a hacer cosas directamente con mis manos. Nada entrega más satisfacción que hacer las cosas uno mismo. Por sobre todo, evita seguir el consejo de los hombres que no tienen cerebro, ni idea de lo que están hablado. La mayoría de los pequeños hombres de negocio, simplemente dicen “mírame”. Suponen que si acumularon un poco de dinero y tienen una posición en un pequeño círculo, son capaces de asesorar a cualquiera. Junto a las ocupaciones, está la construcción del buen gusto. Eso esdifícil, de largo aliento. Pocos lo logran. Hace toda la diferencia del mundo, al final. Me sorprende constantemente lo poco que saben los pintores sobre pintura, los escritores sobre escritura, los comerciantes sobre negocios, los fabricantes sobre fabricación. La mayoría de los hombres simplemente pierden el rumbo. Hay una especie de astucia en muchos hombres que les permite obtener dinero. Es la astucia del zorro tras el pollo. Una mentalidad mezquina a menudo va de la mano. Sobre todo, me gustaría que vieras, por tus propios ojos, todo tipo de hombres. Eso te será de gran ayuda. ¿Cómo se logra? Precisamente, no lo sé. Quizás se pueda encontrar un camino. De todos modos, te veré este verano. Comenzamos a empacar de regreso esta semana. Con afecto,

    Papá

  • “Creo que no te quiero, que solamente quiero la imposibilidad tan obvia de quererte como la mano izquierda enamorada de ese guante que vive en la derecha”. Ese es uno de los poemas que Julio Cortázar le dedicó a Cristina Peri Rossi. La notable escritora uruguaya, ganadora del Premio Cervantes, fue algo así como el amor imposible del autor de “Rayuela”. Se conocieron a través de una carta. Ella se exilió en España a inicios de los 70. Él la ayudó a huir a París. Fue una amistad. Yfue también amor. Una amistad amorosa. ¿Quién dijo que tienen que ser calles que nunca se cruzan? Compartieron viajes, compartieron el humor, muchas cartas y una fascinación mutua. Él le dedicó poemas. Y ella, muchos años después de su muerte, escribió el libro “Julio Cortázar y Cris” como una suerte de homenaje y una crónica de ese vínculo. Acá va un texto de Cristina a Julio. Un amor sin etiquetas. Amor a secas. Amor sin más. Lee la actriz Sabrina Speranza.

    ***

    Barcelona, octubre del 2000. A veces escucho tu voz y tus palabras en trozos de las cintas que me enviaste y recupero algunas de las cosas más queridas: el olor del tabaco de tu pipa (yo probé a pasarme a la pipa inútilmente: lo único que quería era dejar la pipa para fumarme un buen cigarrillo), la melancolía de tus ojos celestes, los pantalones de pana que te quedaban un poco cortos, siempre, la manera de pronunciar la palabra: "terrrrrrible" y a María Bethânia cantando "Drama". Ya no colecciono caleidoscopios -posiblemente porque no estás vos para quedarte extasiado mirando las formas y colores- y tengo la sensación de que el mundo, tal como va, no te gustaría, que tendrías muchas cosas que decirle, con tu sonrisa irónica, con tus atribuciones a la tía Celia, que por suerte no está para desmentirte. También pienso que no te arrepentirías de nada, porque nunca fuiste injusto y tenías un corazón tan grande -como dijo Juan Rulfo- que fue necesario inventarte un cuerpo muy grande, también, para contenerlo. Para un escritor, lo más difícil es estar a la altura de su obra. En tu caso, eso te exigió crecer muchísimo.

  • Roberto Arlt es uno de los escritores fundamentales de la literatura argentina. Hoy, las universidades estudian la narrativa arltiana, que incluye novelas, cuentos, obras de teatro y, por supuesto, periodismo con sus maravillosas aguafuertes. Pero no siempre fue así. A lo largo de varias décadas, su nombre había pasado desapercibido en el ámbito literario. Al margen de los aspectos temáticos e ideológicos de su obra, hay un hecho curioso que caracteriza a muchos de sus textos: siempre aparece un hombre que sueña con ser inventor. Algo que no deja de ser un hecho autobiográfico porque el propio Arlt soñaba con pegarla con un gran invento. Era un amante de la física y de la química, incluso llegó a patentar algunas de sus iniciativas. En esta carta, le escribe a su hija, que acaba de ser aplazada en un examen. La consuela, le da calma y le dice que esos asuntos no son tan importantes. También le cuenta de un invento que ocupa toda su cabeza: unas medias para damas reforzadas con caucho. Acá va la fascinanción de un inventor fracasado. Acá va la narrativa de un escritor brillante. Lee el actor Mauricio Jortack.

    ***

    Querida Mirtita: Recibí tu carta. No es para tanto un aplazo. Partí del principio que nosotros los Arlt nunca hemos sido fuertes en gramática y ortografía. Yo todavía no sé a ciencia cierta que diferencia existe entre un verbo y un adverbio. En cuanto a ortografía no necesito darte referencias. En cuanto al viejo de mierda ese, paciencia. Volvé a dar el examen y tomá ese asunto con la tranquilidad que hay que darle a todos los asuntos debajo del sol. Si vos situás en otro planeta a una muchacha que aplazan en ortografía y gramática te darás cuenta que eso no tiene importancia. Estudiá otra vez y listo. No te he escrito con la frecuencia que quisiera y tampoco he ido por allá, porque constantemente estoy ocupado con este asunto de las medias, ya que queremos salir comercialmente con los primeros días. Y vamos a salir. (…) Te mando aquí un pedazo arrancado de una media tratada con mi procedimiento. Te darás cuenta que sacándole el brillo a la goma (me van a entregar ahora una goma sin brillo ni tacto como el que tiene ésta) el asunto es perfecto. Tendrán que usar mis medias en invierno. No hay disyuntiva. (…) Escribime diciendome qué impresión te produce este pedazo que te he enviado. Se puede lavar con agua caliente. No calentará la pierna en invierno porque su temperatura interna se contrabalanceará con la temperatura externa. Bueno, como ves, no pierdo tiempo. Esta media durará por lo menos un año. Su transparencia es notable. Ponele papel impreso atrás y podés leerlo. Querida Mirtita, tené la seguridad que esto pronto estará en marcha comercial. Yo no pierdo un solo día. Todos los días trabajo en esto, para ponerlo a punto industrialmente ya faltan muy pocos detalles, pero detalles que hay que ultimar. Dale saludos a mamá y recibí un abrazo de tu papá que te quiere y recuerda siempre. Trabajá en el ingles con el mismo ánimo que yo trabajo en las medias. Chau linda. Roberto

  • Alguna vez, Carlos Monsivais escribió un precioso libro llamado “El género epistolar: Un homenaje a manera de carta abierta”. En eseensayo, el mexicano dice que, entre muchas otras cosas, una carta es una conversación entre dos ausentes. En este caso, en el episodio de hoy, la charla es una caricia, un decirle “acá estoy” al otro cuando más lo necesita. Silvina Ocampo, una de las autoras más exquisitas de la literatura argentina, le escribe a su amiga, la artista plástica Norah Borges, que acaba de perder a su marido. Le ofrece cobijo en su casa de Mar del Plata y un cuarto donde pintar con tranquilidad. En definitiva, una amiga que le dice a la otra: contá conmigo. Acá estoy para vos. Lee la actriz y locutora Gladys Pierpauli.

    ***

    QueridaNorah: todo el tiempo he pensado en vos y no me conformo de no verte y no acompañarte en estos momentos. Me rompiste el corazón por teléfono, los otros días: desde ese momento no hago más que oírte! Por favor escribíme y decime cómo estas. Si querés venir a Mar del Plata avisame. Te esperaré siempre, te reservaré un cuarto donde puedas pintar mientras disponga de una casa. Perdona este papel, este lápiz y esta letra. Te escribo en la oscuridad del comedor. Llueve, hay relámpagos. Qué inseguro es el mundo!!! Te quiero con toda mi ternura segura

    Silvina

  • En muchas ocasiones, nombrar a Norah Borges remite inmediatamente a la figura de su hermano Jorge Luis. Pero reducirla a eso está muy lejos de hacerle justicia. Leonor Fanny Borges Acevedo, ése era su verdadero nombre, nació en 1901 y murió en 1998. Fue parte de la vanguardia del arte en la argentina. Hizo grabados, pintó e ilustró libros de españoles emigrados al país, como León Felipe, Rafael Alberti y Ramón Gómez de la Serna. Fue una artista de la vanguardia argentina, como otros de su generación con los que compartió tiempo, como Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Gabriela Mistral. En algún momento de su vida yanticipándose a su tiempo, Norah comenzó a hacer listas. Listas detodo. Listas para analizar pinturas. Listas para hablar de las cosasque le gustaban. Listas como una forma de estilo. Listas para sistematizar. Y para nombrar al mundo. Esta es una de las cartas queinaugura esa metodología. Se la manda al escritor y crítico españolGuillermo Torre, que en ese momento era su pareja y luego fue suesposo. Acá va una carta-lista de amor de Norah, la hermana de Jorge Luis. Pero, principalmente, la mujer que vale por su propia obra. Lee la actriz María Seghini.

    ***

    1º Guillermo, tus mejillas,tus ojos, tu voz, tu alma, tus besos más que todo.

    2º tus cartas

    3º Viajes a países lejanísimos, el mar, el desierto del Sahara, bahías con palmeras y casas de colores, Valldemosa

    4º la moda, los vestidos, Palermo y la calle Florida

    [elude el 5°]

    6º pasear por el campo con amigas, descubrir con ellas algún paisaje, buscar con ellas algún milagro, algún signo de ti.

    7º una casa llena de antigüedades, con una terraza sobre el mar, con benjuí, visitas decorativas y una gran biblioteca para que leyeras tú y Georgie.

    8º L`Esprit – Nouveau, los cuadros de Picasso y de Marie Laurencin, el color mora y el color azul, el rosa y el naranja, el rosa y el verde, pintar con colores muy claros y del mismo valor, dibujar con un lápiz de punta muy fina.

    9º La siesta en algún bosque, buscándote a ti, leer contigo “Le bal du comte d’Orgel” y mirar a Juan Ramón Jiménez y a Cansinos.

    11º descubrir alguna momia en el desierto o algún paisaje misterioso en un castillo. que tu fueras un sabio, o un astrónomo, o un pastorcito.

    12º que me adores como yo te adoro. Viajar contigo

  • Epistolar existe por el amor a la palabra escrita, a las cartas y,principalmente, a los libros. Pero si alguien me hace una preguntasencilla sobre la práctica de la lectura. Por ejemplo, ¿por qué tegusta leer? Me quedo indefenso. Contesto cosas atolondradas, no sé explicarlo. O lo explico mal. Borges decía que el verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soportan el modo imperativo. “La lectura debe ser una de las formas de felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz”, decía Borges, que sabía por viejo pero, principalmente, por sabio. La ensayista, historiadora y militante feminista Rebecca Solnit bucea en este tema en su precioso libro “La velocidad del ser: Cartas a un joven lector”. Se pregunta por qué leemos, cómo los libros nos transforman y, acá va una fácil de hacer pero difícil de responder, para qué sirve un libro. Esta es una carta dirigida a niños lectores, pero también a la niña que ella fue. Una carta de amor al libro. Uno de esos amores eternos, que nunca nos defraudan. Lee la actriz y poeta Carmen de la Osa.

    ***

    Queridos lectores,

    Casi todos los libros tienen la misma arquitectura -tapa, lomo,páginas-, pero al abrirlos le abren a ustedes mundos y regalos mucho más allá de lo que son el papel y la tinta. En su interior son de todas las formas y están ahí todo el poder. Algunos libros son herramientas que coges para arreglar cosas, desde las más prácticas a las más misteriosas, desde tu casa a tu corazón. O para hacer cosas, desde pasteles a barcos. Algunos libros son alas. Algunos son caballos que corren con ustedes montados. Algunos son fiestas a las que te invitan, llenas de amigos que están allí incluso cuando tú no tienes amigos. En algunos libros conoces a una persona extraordinaria; en otros, a todo un grupo o incluso a una cultura. Algunos libros son medicinas, amargas pero clarificadoras. Algunos libros son rompecabezas, laberintos, marañas, junglas. Algunos libros largos son viajes y al final no serás la misma persona que al principio. Algunos son luces con los que puedes iluminar casi cualquier cosa. Los libros de mi infancia eran ladrillos, no para tirar, sino para construir. Apilé los libros a mi alrededor como protección y me retiré dentro de sus almenas, construyendo una torre en la queescapé de mis infelices circunstancias. Allí viví muchos años, enamorado de los libros, refugiándome en ellos, aprendiendo de los libros una extraña versión desfasada y rica en datos de lo que significa ser humano. Los libros me dieron refugio. O, mejor dicho, construí refugio con ellos, con esos libros que eran a la vez ladrillos y hechizos mágicos, hechizos protectores que tejía a mi alrededor. Pueden ser puertas, barcos y fortalezas para cualquiera que los ame. Y crecí para escribir libros, como esperaba. Así que sé que cadauno de ellos es un regalo que un escritor hizo a desconocidos, unregalo que he dado unas cuantas veces y he recibido otras tantas,todos los días desde que tenía seis años.

    Rebecca Solnit

    #RebeccaSolnit #Cartas #Libros

  • Se puede reconstruir la historia, quizás la arqueología, de unapareja a través de su epistolario amoroso. Si una de las partes esun extraordinario poeta, las cartas se convierten en uno de losdocumentos más hermosos de la literatura española del siglo XX. Estoy hablando del español Pedro Salinas, uno de los grandesescritores de la Generación del 27, que integraron Federico GarcíaLorca, Rafael Alberti y León Felipe, entre otros. Salinas era “elpoeta del amor” de esa generación. Cuando terminó la Guerra Civil Española, Salinas se exilió en los Estados Unidos. Allí conoció a la estudiante Katherine Whitmore durante el verano de 1932. Se enamoró perdidamente de ella y le escribió más de 300 cartas de amor. Ésta es una de esas bellas cartas, en la que el poeta no sólo hace una espléndida demostración de su talento para escribir. También habla del amor como una prodigiosa fuerza, que le da plenitud y sentido a nuestras vidas. Lee el actor Fernando Soto.

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    Desgarramiento. Una mujer, una Katherine, se queda allí, metida enaquel cajón de madera, entre seres desconocidos, frente a una noche triste e incógnita. Allí hay que dejarla. Fatalmente. Y la otramujer, la otra Katherine, permanece invisible y presente a mi lado,se viene conmigo, alegremente colgada de mi brazo, mirándome en la mirada noble, pura y honda de siempre. No, en la estación, en la despedida no hay una separación simple deser con ser, no, cada uno de nosotros nos separamos no de la otracriatura querida sino también de aquella parte nuestra que ellaquiere y que se va con ella. ¿Verdad que anoche tú no te hasseparado de mí, ni yo de ti? Más bien yo me he separado de mímismo, eso siento, y tú de ti misma. Y tengo, anoche, hoy, la sensación de andar entre fantasmas y sombras, con alguien al lado, aquien no puedo estrechar, pero que vive en torno mío, y se me escapa cada vez que quiero cogerlo. Sensación angustiosa y dulce a la vez, caricia desgarradora. Además, qué pena anoche, aquellos momentos últimos, atropellados por la estupidez y el desorden. ¡Qué ira sentí contra toda aquella gentuza innoble, qué ganas de látigo, de echarlos a todos, de hacerte sitio, un gran sitio, un tren sólo para ti! Al salir todos mis sentidos se complacían, ¿sabes en qué? En sentir en elbolsillo, junto al pecho, el bulto de tu carta. ¡Qué mentira eso de que el papel no pesa! Anoche el papel de tu carta me pesaba como la más hermosa y grave de las realidades. Lo sentía allí, en el bolsillo, como una prueba material de que eras, de que habías existido. Porque, ¿sabes?, empecé a dudar. A dudar de todo, de tu realidad, de la mía, del mundo, de los días recientes... Sólo el peso de tu carta en el bolsillo me servía de prenda, de prueba. Vivía yo en ese rectángulo de papel. Era el lugar más cierto del mundo. Y antes de poder abrirla, así, cerrada y en el bolsillo, tu carta era el puente con la vida, el sí que me daba la vida a la pregunta atormentada: «¿Soy? ¿Es? ¿Somos?».Sí, sí, sí. Todo, sí. Todo, sí, oye, todo sí. Y luego en micuarto la leí. La he leído. La leeré. ¡Cuántas delicias! Primerola delicia de ir aprendiendo tu escritura, tu letra, de tropezar enuna palabra y descifrarla, por fin. ¡Tu escritura, un modo más deti, una manera más de vivir tú! Primera carta tuya, en inglés. Júbilo, júbilo, alegría.¡Sensación festival, inaugural, de promesa, de fiesta! No importaque toda tu carta esté teñida de una sombra de melancolía, tiernay suave. Así debía ser, así. Pero por encima de esa melancolía,hay algo que me da un gozo sin límite. Esto. «You have taken awaythe cynicism which was growing upon me. » ¿Es posible? ¿Tendré yola suerte de ser elegido para en un momento difícil de tu vidasalvarte de algo? (***). Eres pura, leal, clara. De ti sólo puede venir luz alta, luz de paraíso. Pedro

  • La muerte es, como muchas cosas que nos pasan, algo simbólico, histórico y socialmente construido. Algo cargado de ritos: los funerarios, el duelo, el luto… En la cultura occidental, principalmente, seguimos entendiendo a la muerte como algo negativo, como un tabú del que nadie quiere hablar, un lugar al que nadie quiere llegar. ¿Y si fuese de otra forma? Puede ser una pregunta boba, pero pienso en voz alta junto a ustedes. ¿Y si aceptamos con calma que esto no dura para siempre? Que la vida es limitada y un día terminará. Justamente sobre eso trata esta carta. El italiano Ennio Morricone escribe este texto poco antes de morir. El músico y creador de la banda sonora de más de 500 películas se despide de este modo, con una breve carta, “porque no quiero molestar” dice. Ésta es la misiva de un hombre que se va en paz, reconociendo nuestra dependencia y la necesidad humana de otros. Acá el instante del adiós definitivo. Lee el actor Pablo Mónaco. La ilustración que acompaña este episodio fue realizada por el artista Santino Córdoba. Pueden seguir sus trabajos en @santino_cordoba11 y @creartsa22.

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    Yo, Ennio Morricone, he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre me fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto. Pero un recuerdo particular es para Peppucio y Roberta, amigos fraternos muy presentes en estos últimos años de nuestra vida. Hay solo una razón que me empuja a despedirme de este modo y a tener un funeral privado: no quiero molestar. Saludo con mucho cariño a Ines, Laura, Sara, Enzo y Norbert por haber compartido conmigo y con mi familia gran parte de mi vida. Quiero recordar con amor a mis hermanas Adriana, Maria y Franca y sus seres queridos y hacerles saber cuánto las quise. Un saludo lleno, intenso, profundo a mis hijos Marco, Alessandra, Andrea y Giovanni, mi nuera Monica y a mis nietos, Francesca, Valentina, Francesco y Luca. Espero que entiendan cuánto los he amado. Por último María (pero no última). A ella renuevo el amor extraordinario que nos ha mantenido juntos y que lamento abandonar. A ella es mi más doloroso adiós.

  • Simone Weil fue una mujer con una vida breve durante la Segunda Guerra Mundial. Nació en París en 1909 y murió a los 34 años, a causa de una tuberculosis.

    Fue teóloga, socióloga y, principalmente, una influyente pensadora. Alguien que consideraba que su deber en el mundo era luchar contra la opresión que el poder arroja sobre el sujeto. Pero no lo hacía sólo desde el pensamiento y sus libros. Por ejemplo, en 1936 llegó a España para unirse a los anarquistas y pelear en la Guerra Civil contra el franquismo. Lo hizo pese a no tener preparación militar y sí problemas de vista y físicos. Toda su obra, que habla de cultura, religión y ciencia, fue póstuma. En vida, sólo publicó algunas notas en medios de comunicación. La carta que vas a escuchar fue extraída del libro “La condición obrera”, que reflexiona sobre la cuestión filosófica y espiritual de la organización del trabajo. Sin embargo, el texto no habla del trabajo. Acá le responde a una ex alumna que le pregunta sobre el amor, sobre amar, sobre conocer a alguien… Ésta es la reflexión de una mente brillante sobre es verbo tan fácil de decir y tan difícil de explicar. Lee la actriz y docente Julia Funari.

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    En lo que se refiere al amor, no tengo consejos que darle, pero al menos sí advertencias. El amor es algo grave donde a menudo se corre el riesgo de comprometer para siempre no solo la vida propia sino también la de otro ser humano. Incluso se corre el riesgo siempre, a menos que uno de los dosconvierta al otro en su juguete. Pero en este último caso, que es muy frecuente, el amor es algo odioso. Mire, lo esencial del amor consiste, en suma, en que un ser humano se encuentra con una necesidad vital de otro ser; necesidad recíproca o no, duradera o no, según el caso. Por consiguiente, el problemaes conciliar semejante necesidad con la libertad, y los hombres se han debatido con este problema desde tiempo inmemorial. Por eso la idea de buscar el amor para ver lo que es, para poner un poco de animación en una vida demasiado monótona, etc... me parece peligrosa y, sobre todo, demasiado pueril. Puedo decirle que cuando yo tenía su edad, y más tarde también, me vino la tentación de conocer el amor. La rechacé diciéndome que era preferible noarriesgarme a comprometer toda mi vida en una dirección imprevisible antes de haber alcanzado un grado de madurez que me permitiera saberexactamente lo que le pido en general a la vida, lo que espero de ella. No le pongo esto como ejemplo; cada vida se desarrolla según sus propias leyes. Pero puede encontrar en ello materia de reflexión. Añado que el amor me parece comportar un riesgo más espantoso aún que el de comprometer ciegamente la propia existencia. Es el riesgo de convertirse en árbitro de otra existencia humana, en caso de que sea profundamente amado. Mi conclusión (que le doysolo a título de indicación) no es que haya que huir del amor, sino que no hay que buscarlo, y sobre todo cuando se es muy joven. Entonces, es preferible no encontrarlo, creo.

    Simone Weil

  • León Tolstói fue uno de esos escritores que quiso contarlo todo. Su vida marcó un capítulo imborrable para la literatura universal. Y sus obras realistas, principalmente “La guerra y la paz” y “Ana Karenina”, cambiaron la forma de leer y de escribir de su época. Y de pensar también. Su anarquismo pacifista inspiró, por ejemplo, a figuras como Mahatma Gandhi y Martin Luther King. Cuando era una celebridad, cuando había logrado lo que algunos llaman éxito, él cayó en una crisis existencial y comenzó a alejarse de su familia. Se convirtió en un asceta, que no bebía alcohol, comía poco -sólo vegetales- y dormía en un catre duro. A los 82 años, decidió dejarlo todo. Abandonó el hogar familiar sin preaviso y con lo puesto, un par de camisas, un abrigo para el frío ruso y unalinterna. Su hija Sasha fue la única que supo de su partida. Acá va una carta de despedida de un Tolstoi ya enfermo a su esposa Sofía, con quien tenía unarelación tortuosa. Acá va la ruptura con la familia. Acá un hombre huyendo del mundo. Lee Marcelo Bucossi.

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    Yásnaia Poliana, 28 de Octubre, 1910

    Mi partida te afligirá. Lo lamento, pero compréndelo y créeme que no he podido actuar de otro modo. Mi situación en casa se ha venido haciendo y ha llegado a ser insoportable. Junto a todo lo demás, no puedo seguir viviendo en las condiciones de lujo que me rodean, y hago lo que suelen hacer los viejos de mi edad: apartarse de la vida mundana para vivir en paz y recogimiento los últimos días de su existencia. Por favor, compréndelo y no vayas tras de mi, si aciertas saber dónde estoy. Esa llegada tuya no haría más que empeorar la situación de ambos, sin cambiar en nada mi decisión. Agradezco tu honesta vida de48 años a mi lado y te ruego que me perdones por todo lo que haya sido culpable ante ti, lo mismo que yo te perdono con toda el alma por cuanto hayas podido serlo ante mí. Te aconsejo resignarte a la nueva situación en que te coloca mi partida, y no albergar malos sentimientos contra mí. Si quieres informarme de algo, comunícaselo a Sasha, ella sabrá dónde estoy y me reenviará todo lo necesario; decir dónde me encuentro no puede, pues me ha hecho la promesa de no comunicárselo a nadie.

    León Tolstói

  • Escritora. Traductora. Profesora universitaria. Pedagoga. Empresaria. Militante feminista, pionera en su país. Una mujer culta y políglota. Todo eso fue Zenobia Camprubí. Pero la historia, que suele ser escrita por hombres, la recuerda como la esposa, la musa y la sombra de Juan Ramón Jiménez. El escritor español autor de “Platero y yo” y ganador del Nobel de Literatura. En esta carta, Zenobia está en llama viva. Le escribe a su esposo, célebre por su seriedad y por el refinamiento formal a la hora de escribir. Le pide, con gran sarcasmo, que se deje de tristezas por una temporada. “Véngase a jugar con todas mis amigas andaluzas y conmigo”, lo invita. En estas líneas resuena la personalidad y la luz propia de Camprubí. Y, en cierto modo, su compromiso con la emancipación femenina de su época. Lee la actriz Nuria López.

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    Domingo noche, verano de 1913

    Querido amigo Juan Ramón:

    Como me esté un momento más callada estallo, y como no tengo ganas de estallar, aquí va esto, que usted llamará carta, o algo menos chino, pero que yo llamo un rompimiento colosal del dique de mi paciencia y un desbordamiento igualmente colosal de mi ira, indignación, furor, etc. (etcetetorum) (yo me he de reír hasta cuando rabio).

    ¿Por qué está usted siempre con esa cara de alma en pena? ¡Es usted un egoísta de primera! ¡Caramba! No le da la gana de ver más que lástimas en el mundo. Hasta yo me pongo triste… Si a usted lo que le pasa es que necesita salirse de la dichosa rutina cariacontecida de su interior. Yo le voy a curar a usted de raíz, pero de raíz.

    Sálgase de una vez de su cuarto tenebroso (para usted tenebroso, aunque tenga 6 ventanas o un arco voltaico) de la calle Villanueva, y váyase al Escorial, a Moguer y después a la Residencia –pero ¡por Dios enseguida! Y cuando vuelva a Madrid después de haber respirado un poco el aire de campo, yo me encargo de que no le vuelva a dar tristeza. No le voy a dejar parar.

    ¿Para qué le sirven a usted sus benditos versos? Si fuera verdad que encima de un asno le floreciera el corazón… pase… pero si a usted no le florece el corazón nunca. Si fuera usted un almendro, un peral o siquiera un magnolio… pero si es usted un ciprés, más parado y sombrío que los del Generalife.

    Déjese de tristezas una temporada y véngase a jugar con todas mis amigas andaluzas y conmigo. Ya sé que se enfada porque le digo que quiero que se enamore de una de mis amigas, lo desdigo. No se enamore usted de ninguna, pero deje que le sacudamos un poco esa tristeza. Sus amigos deben ser todos una serie de lechuzas o no se lo hubieran tolerado a usted. Yo si fuera su hermana… cuando viniera a casa, cogía todos los cojines de la sala y lo estaba bombardeando hasta hacerlo reír.

    Anoche no pude terminar mi carta y hoy la concluyo en casa de Josefina. Nos vamos a comprar un par de castañuelas para mandárselas a usted. Acabo también de recibir su carta: “Frater Luna, si en esto estamos desde que lo conocí”. Usted se parece tanto a mi hermano mayor que muchas veces no sé cuál es cuál.

    Y ¿quién le ha dicho a usted que yo me voy a casar con nadie, pájaro de mal agüero? ¡En eso estoy yo pensando! ¡Y aquí en España! ¡Enseguida! No se vaya usted con Ortega y Gasset, váyase con Jaen o con cualquiera que no sea otro sauce como usted. Póngase a escribir seguidillas, vístase de torero y plántese en la calle de las Sierpes a echarle piropos a todas las inglesas feas que desfilen por allí.

    ¡Alegrémonos de haber nacido! “Frater Sol.”

    Zenobia

  • Esta es la historia de un hombre que, como decía Bertolt Brecht, luchó toda la vida y por eso se transformó en alguien imprescindible. Zelmar Michelini fue un político y periodista uruguayo. Escribió en el diario “Acción”, fundó el semanario “Hechos” y trabajó en varias publicaciones de su país y de Argentina.También fue dirigente estudiantil, militante del Partido Colorado y se convirtió en diputado, por primera vez, en 1954. A inicios de los 70, impulsó la creación del Frente Amplio, junto a otros dirigentes, partidos y grupos de izquierda. Era un intento de salida a la crisis social y económica que vivía el Uruguay en esosmomentos. En 1973, se produjo el Golpe de Estado y Michelini se exilió en Buenos Aires. Desde allí, lejos de abandonar la lucha, comenzó a denunciar las violaciones a los derechos humanos en su país, en Argentina y gritó a viva voz las injusticias en foros internacionales. En 1976, fue secuestrado y asesinado en Buenos Aires por fuerzas represivas binacionales del Plan Cóndor. La historia de Zelmar y de los otros dirigentes asesinados se conmemora en La Marcha delSilencio, que se realiza todos los 20 de mayo en Uruguay con un reclamo de verdad y justicia. En esta carta, dedicada a su hija Elisa, aparece un Zelmar brillante, con toda su fuerza argumental. Le habla del sacrificio de las convicciones, de la verdad y le deja el legado de luchar con alegría. Un legado que se puede resumir con una frase: “Que nunca la tristeza se asocie a mi nombre”. Lee Matías Folgar.

  • No es tarea sencilla definir a una personalidad única e irrepetible como Carl Sagan. Astrónomo, astrofísico, escritor y, principalmente, librepensador, fue uno de los grandes divulgadores de la década del 80 y 90. Lo hacía a través de su programa “Cosmos: un viaje personal”, el más visto en la historia de la televisiónpública estadounidense. Un ciclo tan importante que aún hoy es recordado y sirvió de inspiración a muchos jóvenes, que quisieron ser científicos por esa serie. Fue alguien que, por ejemplo, debatió fuertemente sobre el calentamiento global, sobre la vida en otros planetas y combatió con firmeza a las pseudociencias. La carta que elegimos hoy fue escrita por el científico para su hija Sasha. Es un texto muy breve, en el que le dice de una forma preciosa por qué que cada uno de nosotros es un ser único y precioso desde una perspectiva cósmica. Lee el actor y director Gabriel de Cervantes.

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    Si tenemos en cuenta el número casi infinito de posibilidades y caminos que conducen a nacer a una sola persona, debes estar agradecida de ser tú misma este preciso instante. Piensa en el enorme número de posibles universos alternativos en los que, por ejemplo, tus tatara-tatara-abuelos nunca se encontraron y tú nunca llegaste a existir. Tienes el placer de vivir en un planeta en el que has evolucionado para respirar el aire, beber el agua y adorar el calor de la estrella más cercana. Estás conectada con todas las generaciones y los seres vivos de este mundo a través del ADN. También con el universo, porque cada célula de tu cuerpo fue creada en los corazones de las estrellas.