Afleveringen
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Meditación en el domingo XXIV (B) del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos cuenta la reprimenda del Señor a Pedro por no aceptar la Cruz. Nosotros hemos de aprender a llevar con amor nuestras cruces, detrás de Jesús, con su misma actitud.
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Meditación sobre el amor a la Santa Cruz en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. La Cruz es medicina del alma, fuente de bendición, alegría de nuestra vida. Hemos de aprender a amar la Cruz, pero para ello necesitamos aprender a sufrir por amor. No huir de la Cruz, sino darle la bienvenida.
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Zijn er afleveringen die ontbreken?
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Meditación en el viernes de la XXIII semana del Tiempo Ordinario. En el Evangelio, Jesús nos anima a no fijarnos en la mota en el ojo de los demás, cuando nosotros llevamos una viga. Con estas palabras, el Señor nos indica el camino para alcanzar un corazón misericordioso, que no condena, perdona y disculpa: en palabras del Papa Francisco, «El primer paso es la imputación de uno mismo: tener el valor de acusarse a sí mismo, antes que acusar a los demás». Esto lo logramos con el examen de conciencia y la confesión frecuente.
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Meditación en el 12 de septiembre, en que se conmemora el Dulce Nombre de María. Lucas dice: "Y el nombre de la Virgen era María". Su nombre "la llave del cielo". Llena de dulzura el alma. Nos defiende y protege de los ataques del Enemigo. Convoca a los ángeles. Nos lleva a Jesús. Lo que los santos han dicho sobre el nombre de María, su poder y su consuelo.
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Meditación sobre el Evangelio del miércoles de la semana XXIII del Tiempo Ordinario. El evangelio de las cuatro bienaventuranzas de Lucas, a las que añade las cuatro malaventuranzas: "¡Ay de vosotros...!" Lo que marca la diferencia entre unas y otras es precisamente la alegría, que es consecuencia de no estar lleno, saciado, insensible, admirado por todos. Es consecuencia de la Cruz.
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Meditación en el martes de la XXIII del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos muestra a Jesús solo en la montaña, rezando de noche, y a la mañana siguiente eligiendo a sus doce apóstoles. Cabe pensar que Jesús habló con el Padre y el Espíritu Santo de aquellos hombres, no exentos de defectos, con los que extendería la Iglesia. Así nos ve Jesús a todos, con infinitas posibilidades latiendo en nuestro corazón, y así hemos de ver nosotros a los demás.
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Meditación sobre el Evangelio del lunes de la semana XXIII. Jesús ve y cura al hombre de la mano seca en la sinagoga un sábado, ante la mirada acechante de los escribas y fariseos. Los ojos dicen mucho, más que ningún otro órgano del cuerpo. ¿Cómo es la mirada de Jesús sobre nosotros? ¿Cómo es la nuestra sobre los demás?
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Meditación en el domingo XXIII del Tiempo Ordinario (B). El Evangelio nos presenta un milagro de Jesús especialmente laborioso: la curación de un sordomudo. El Señor se lo lleva a solas, le toca los oídos, moja saliva en su dedo y toca su lengua, mira al cielo y suspira, y le dice: «Effetá», que significa: «ábrete». Necesitamos escuchar y necesitamos hablar, y lo primero es necesario y previo a lo segundo.
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Meditación en el sábado de la XXII semana (PAR) del Tiempo Ordinario, predicada en un Centro de la Obra. EL Evangelio nos habla de confianza en el Señor, que sale en defensa de los suyos, y al hilo de la primera lectura de la Carta de San Pablo a los Corintios, meditamos sobre la humildad de instrumentos.
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Meditación sobre el Evangelio del viernes de la semana XXII del Tiempo Ordinario. Jesús habla de que los amigos del novio no han de ayunar mientras están con el novio. ¿Qué significa eso? ¿Acaso es malo el ayuno? En absoluto, todos los santos han ayunado. Mortificación en la comida y la bebida.
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Meditación sobre el Evangelio del jueves de la XXII semana del Tiempo Ordinario: Jesús se sube a la barca de Pedro y le ruega que la aleje de la orilla. Luego le dice que reme mar adentro, y eche las redes. Y comienza la aventura... Si dejamos a Cristo entrar en nuestra vida, y hacemos bailar a nuestra libertad al son de la música del Señor, nuestra vida se convertirá también en una aventura.
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Meditación sobre el Evangelio del miércoles de la semana XXII del Tiempo Ordinario. Piden a Jesús que cure a la suegra de Pedro, y Él, inclinándose sobre ella, le quitó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirle. También nosotros tenemos en nuestra vida fiebre espiritual, y necesitamos acudir a Jesús para que nos cure de ellas. Ojalá que reaccionemos como esta mujer que, en seguida, al ser curada, se levantó y se puso a servir. Como la Virgen.
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Meditación predicada el martes de la XXII semana del Tiempo Ordinario, durante un día de retiro en una convivencia de formación de jóvenes supernumerarias del Opus Dei. Tomando pie del Evangelio del día, meditamos sobre la oración, que debe buscar complacer a Dios, no a nosotros mismos, lo cual siempre libera y apacigua, porque Dios acoge bien nuestros pobres esfuerzos.
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Meditación predicada en el lunes de la XXII semana del Tiempo Ordinario, durante una convivencia de formación de jóvenes supernumerarias del Opus Dei. El Evangelio de hoy nos presenta a Jesús en la sinagoga de Nazaret, donde no recibirá una buena acogida de sus paisanos. Los cristianos, movidos por el amor a Cristo y a los que nos rodean, tenemos la misión de favorecer la acogida del Señor en los demás.
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Meditación en el martes de la V semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio recoge un lamento de Jesús ante los fariseos: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí». A esto conduce la rigidez espiritual, el neo-pelagianismo del que habla el Papa, la falta de pasión y el acostumbramiento en el trato con Dios.
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Meditación en el sábado de la XXI semana del Tiempo Ordinario. Esta fue la segunda meditación de un retiro del mes de julio. La parábola de los talentos nos invita a hacer rendir los dones recibidos, aprovechar el tiempo y las capacidades para amar, y vencer la pereza, el gran enemigo de la santidad y el apostolado.
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Meditación en el jueves de la XXI semana del Tiempo Ordinario, predicada en un curso anual de numerarias. En el Evangelio, el Señor nos anima a velar y aguardar la hora de su regreso como un siervo fiel y prudente. Velamos con nuestra lucha diaria por vivir cada día mejor la fraternidad, sin desanimarnos, un día y otro, con esperanza de ir haciendo progresos. Y si al volver a casa encontramos las mismas dificultades de siempre, poner nosotros lo que veamos que falta: comprensión, perdón, servicio, alegría.
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Meditación en la memoria del Martirio de San Juan Bautista, predicada en un curso anual de numerarias. El Evangelio nos presenta la muerte de San Juan Bautista, decapitado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de Herodes Antipas. Metafóricamente, también nosotros hemos de aprender a rendir el juicio con humildad. Como decía San Agustín, la inteligencia, don de Dios, con toda su nobleza, ha de ser rectificada de su tendencia a la soberbia con la obediencia a Dios, superando la tentación del «seréis como dioses».
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Meditación en el miércoles de la XXI semana del Tiempo Ordinario. En el Evangelio escuchamos a Jesús recriminar a algunos escribas y fariseos: «por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes». Hemos de pedir a Dios que nos ayude a hacer todo por puro amor de Dios, con limpieza de corazón, también en lo relativo a la fraternidad. Disponibilidad para atender a las personas en nuestros hogares. Ese ejemplo de caridad sincera y desinteresada ayudará a tantas otras familias y matrimonios, que es tanto como decir que ayudará a la Iglesia.
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Meditación sobre el Evangelio del martes de la XXI semana del Tiempo Ordinario: Jesús se queja de que las obras externas de los fariseos no vayan acompañadas de amor en el corazón, manifestado en justicia, misericordia y fidelidad. Necesidad de actualizar nuestra intención primera y más importante: ¡todo por amor a Dios y a los demás!
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